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Pistoletazo de salida para la nueva ola de fusiones de cajas

El Gobierno aprueba hoy el decreto del sistema financiero

V. ZAFRA / M. ALBA

La oleada de fusiones de cajas que se produjeron en los últimos días de junio pasado puede no ser nada comparado con el baile que se iniciará hoy en el sector financiero en cuanto las entidades conozcan el contenido del decreto que aprobará el Consejo de Ministros. Las nuevas exigencias de solvencia para bancos, y especialmente para cajas, obligarán a todos a pensarse su estrategia de futuro, y a muchos de ellos les llevará directamente a una fusión si no quieren acabar nacionalizados. Los corrillosque se formaron al término de la Asamblea de la CECA el miércoles ya aventuraban el terremoto. 'Aquello parecía el mercado de fichajes de fútbol. Todos mercadeaban con todos', asegura un asistente.

Unicaja, por su elevado core capital (superior al 12%), es una de las más solicitadas. Es el objetivo de las fusionadas Caja España-Caja Duero, con quien ya han mantenido alguna conversación, para sobrevivir como caja. Mientras, los múltiples planes de Novacaixagalicia han desechado el binomio con el Pastor porque no salen los números.

Las negociaciones para concretar el decreto seguían a última hora de ayer

El decreto marca el proceso definitivo de privatización de las cajas. Todas aquellas que tengan un ratio de solvencia inferior al 10% y a final de este año no coticen en Bolsa o tengan, al menos, un 20% de su capital en manos privadas acabarán en poder del Estado para después ser vendidas a otras entidades financieras. El Gobierno negociaba a última hora de ayer los detalles de este decreto con el objetivo de que sea ratificado en breve en el Congreso por consenso, pero no tenía fácil conseguir su objetivo porque los grupos querían que suavizara mucho las exigencias, mientras el departamento que dirige Elena Salgado se mantenía firme en la mayor parte de su postura inicial.

El Gobierno maneja informes de expertos (defendidos incluso por alguna caja) en los que le dejan claro que los mercados internacionales no aceptarán una reforma liviana. Por tanto, si aligera mucho sus planteamientos iniciales, esta reforma no servirá de nada porque los inversores seguirán sin confiar en el sistema financiero españoly, sobre todo, en las cajas. 'Los mercados no quieren medias tintas', dicen desde una caja.

El grupo parlamentario de IU-ICV presentará una proposición no de ley para que las cajas no tengan que convertirse en bancos y tengan una función pública.

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