El PNV ha pedido a los cargos de ANV que condenen la violencia etarra y ha anunciado que, de no hacerlo, impulsará mociones contra ellos en los distintos ayuntamientos vascos.

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha dado a conocer esta decisión después de que varios dirigentes socialistas aseguraran hoy que las relaciones con el PNV quedaban en el aire al no haber querido apoyar la moción de censura propuesta por los socialistas para desbancar a ANV de la Alcaldía de Arrasate por no condenar el asesinato del ex edil del PSE/EE Isaías Carrasco.

En una rueda de prensa ofrecida esta tarde en Bilbao, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, sin embargo ha pedido a los cargos de ANV que condenen la violencia etarra y ha asegurado que, de no hacerlo, su partido impulsará mociones en las que instará a dimitir a los representantes de esa formación en los distintos municipios vascos por "no alcanzar el mínimo ético y moral exigible a un representante democrático".

Antes de que Urkullu anunciara esta decisión del PNV, el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, había calificado de "profundamente lamentable" la postura del Partido Nacionalista y había anunciado que "tendrá consecuencias serias".

También el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha calificado de "muy difícil" hablar "con quien no rectifica en una decisión tan trascendente como dar amparo a quien no condenó el terrorismo", aunque se ha mostrado partidario de "dar" tiempo a los nacionalistas vascos para que recapaciten.

En este mismo sentido se ha pronunciado el secretario general del PSE/EE de Guipúzcoa, Miguel Buen, quien ha afirmado que la decisión del PNV "ha quebrado la confianza" entre ambos partidos, por lo que "será muy difícil" que haya acuerdos políticos "de calado".

El secretario general del grupo parlamentario socialista, Ramón Jáuregui, ha dicho al PNV "que la primera condición para entenderse con el PSOE es, precisamente, que no se entiendan con quienes no condenan a los terroristas" y le ha pedido que pase de "las palabras a los hechos".

El portavoz de los socialistas vascos, Rodolfo Ares, ha pedido por su parte al Gobierno Vasco que "empuje" al PNV a reconsiderar su postura, al tiempo que ha criticado las declaraciones de la portavoz del Ejecutivo autonómico, Miren Azkarate, quien ha responsabilizado al PSOE, al fiscal y a los jueces de haber autorizado que algunas listas de ANV pudieran concurrir a los comicios municipales.

Las críticas a la formación nacionalista han llegado también desde otros partidos, como el PP, que ha presentado una iniciativa en el Parlamento Vasco en la que insta al resto de formaciones a "recuperar para la democracia" las alcaldías de los municipios gobernados en minoría por ANV mediante mociones de censura contra sus alcaldes.

El parlamentario autonómico del PP Santiago Abascal ha recordado además al PNV que no se puede estar "haciendo pucheros y lamentos" al lado de las víctimas del terrorismo y a la vez dar "un salvoconducto a ETA" en el Ayuntamiento de Arrasate.

La diputada de UPyD, Rosa Díez, ha tachado de "enorme indignidad" la posición del PNV y se ha referido a la alcaldesa de Arrasate, Ino Galparsoro, como una persona que forma parte de una organización terrorista.

El diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano (PNV) ha rehusado referirse a la oposición del PNV en este asunto, aunque ha indicado que el "drama vivido en Arrasate" con el asesinato de Isaías Carrasco "no puede ser un elemento de confrontación y enfrentamiento entre los partidos".

Por su parte, ANV ha enmarcado la postura del PNV en este asunto en una supuesta necesidad de "ocultar" a su "base social abertzale" que se "ha tirado de una forma ciega a los brazos del PSOE", al tiempo que ha insistido en que la moción de censura no conduce a la normalización.

Batasuna ha señalado que la actuación del PNV en este caso "representa las miserias políticas" de este partido, que ha tratado de "dar signos de distancia y confrontación con Madrid y el PSOE".