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Un policía antiterrorista francés dice que ETA utiliza las treguas para rearmarse

EFE

Un oficial de la policía antiterrorista francesa declaró hoy en un juicio en París contra tres presuntos miembros del aparato militar de ETA que la experiencia muestra que la banda terrorista declara treguas en momentos de gran debilidad y las utiliza "para reconstituirse" y recomponer sus arsenales.

"Se constata que las treguas se dan a menudo cuando la organización está muy debilitada", declaró Sebastien Breuil ante el Tribunal de lo Criminal de París en la segunda jornada del proceso contra Miren Itxaso Zaldúa, Joseba Segurola y Oihan Barandalla.

Breuil, que respondía a una pregunta de uno de los jueces del tribunal sobre el alto el fuego anunciado por ETA a comienzos de mes, precisó que desde hace dos años y medio no se ocupa de la investigación de la organización terrorista, pero avanzó un análisis propio a cuenta de su experiencia de treguas anteriores.

Sobre esa base, puso el acento en que el anuncio llega en un momento particularmente delicado para la banda porque en 2009 hubo muchos arrestos de sus miembros, y recordó que en la anterior tregua de 2006 cometió varios robos en Francia para "reconstituir" sus arsenales de armas y explosivos.

"Son operaciones delictivas logísticas para recuperar la capacidad operativa", remachó el oficial de la policía francesa, que declaró como testigo para aclarar el papel que los tres encausados tenían en el organigrama de ETA.

De Zaldúa, Breuil destacó que no sólo era la jefa de la estructura logística del aparato militar, "Ataka", cuando fue detenida el 23 de marzo de 2005 en Lannemezan (sur de Francia) junto a su lugarteniente Segurola, sino que además formaba parte del "núcleo" dirigente de ese mismo aparato.

También contó que en la contabilidad requisada al que era el jefe militar de ETA Juan Ibón Fernández Iradi, "Súsper", se precisaba que "Ataka" recibió en 2004 más de 24.000 euros, lo que da cuenta de su importancia dentro de ese aparato.

Más allá de la acción de la pareja Zaldúa-Segurola desde el piso que ocupaban en Saint Gaudens cuando fueron detenidos, y donde se almacenaban explosivos y armas y se confeccionaban artefactos -según la acusación- el policía repasó otros hechos por los que uno u otro están inculpados en este proceso.

Así, indicó que la primera había estado compartiendo un piso franco alquilado en el otoño de 2003 con el entonces dirigente del aparato militar Pedro Esquisábel en la localidad de Bagnères de Bigorre, en los Pirineos franceses.

También dio cuenta de las pruebas de su presencia en una sesión de prácticas con un lanzagranadas anticarro en un bosque del departamento de Dordogne (suroeste) el 13 de mayo de 2004, en el que al menos tres etarras fueron sorprendidos por un cazador de la zona.

Sobre Segurola reseñó, entre otras cosas, el abandono de un vehículo robado que utilizaba el aparato militar tras una persecución policial el 3 de diciembre de 2003, y en cuyo interior se encontró munición, un fusil de asalto y trazas de varios miembros de esa estructura de ETA.

El juicio se reanuda la semana próxima con la declaración el lunes de varios peritos judiciales y la intervención el martes de otro policía antiterrorista.

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