Este artículo se publicó hace 16 años.
La Policía desmantela un matadero en Madrid que vendía corderos sin control sanitario
La Policía ha desmantelado en Villarejo de Salvanés un matadero clandestino que distribuía corderos, sin ningún control, por diversos pueblos de la región, y que había intensificado su actividad especialmente ante la proximidad de la Navidad.
En esta operación han sido detenidas tres personas, todas ellos de la misma familia, a las que se imputa un delito de falsedad en documento oficial y otro contra la salud pública.
Los tres arrestados manipulaban y distribuían la carne sin estar cualificados ni autorizados para ello, sin control sanitario, sin registro y sin adoptar medidas higiénicas, con el consiguiente riesgo grave para la salud pública, explica la Dirección General de la Policía.
El matadero no contaba con ningún tipo de control sanitario ni veterinario y mantenía una intensa actividad de cara a las próximas fiestas navideñas.
La nave ha sido precintada por la Inspección de Ganadería de la Comunidad de Madrid y se ha inmovilizado un centenar de canales de corderos sacrificados.
La Policía tuvo conocimiento de que en Villarejo había un matadero que posiblemente no reunía ninguno de los requisitos administrativos y sanitarios exigidos.
Las gestiones policiales confirmaron que en el interior de una nave había corderos vivos y que eran sacrificados para posteriormente ser trasladados en camiones frigoríficos a las distintas carnicerías que los implicados tenían tanto en Villarejo de Salvanés como en Fuentidueña del Tajo.
La carne era también distribuida en otros pueblos de la Comunidad madrileña.
Agentes de la Policía Nacional, acompañados de inspectores de la Consejería de Sanidad y de Ganadería de la Comunidad de Madrid, realizaron una inspección tanto en la carnicería como en la nave ubicada en el polígono industrial de Villarejo y confirmaron numerosas infracciones administrativas.
Los detenidos no realizaban el obligado control de entrada y salida de ganado en los libros registro y no existía tampoco control veterinario de los animales que debería figurar plasmado en los correspondientes libros.
Además, el sacrificio ilegal de corderos en el interior de la nave se efectuaba incumpliendo la obligación de llevarlos a sacrificar a un matadero homologado y la nave no reunía las condiciones necesarias y mínimas de salubridad para poder distribuir la carne para el consumo humano.
En el interior de la estancia donde realizaban el sacrificio ilegal de los corderos, se encontró un sello sanitario así como tinta sanitaria que utilizaban para estamparla en las canales de los corderos al objeto de dar la apariencia de legalidad del sacrificio de los mismos en mataderos homologados.
Este tipo de sellos sanitarios se encuentran exclusivamente en las sedes de los mataderos homologados y custodiados por los veterinarios de los mismos, circunstancias ambas que no se daban en este centro clandestino.
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