Este artículo se publicó hace 16 años.
La Policía patrulla la red: primeras identificaciones en carreras ilegales
La Policía Judicial ha identificado ya a algunos de los conductores que participan en carreras ilegales en España, dos semanas después de que la Fiscalía ordenará investigar en profundidad estas prácticas "ilegales y clandestinas", que proliferan como consecuencia de las nuevas tecnologías.
La decisión de la fiscalía se produjo seis días después del suceso registrado en Vigo, el 12 de enero, en el que murió un matrimonio al ser arrollado el Citroen AX en que viajaba por un vehículo que circulaba a gran velocidad y en paralelo con otro.
Los teléfonos móviles, las cámaras de vídeo o fotografía, los programas informáticos de edición y las redes de difusión a través de Internet han contribuido tanto al poder de convocatoria de ese tipo de carreras como a la difusión de esos actos, afirman fuentes de la investigación.
Se trata -dicen- de un fenómeno puntual y reciente protagonizado por jóvenes de entre 18 y 30 años que actúan de una "forma desordenada".
El fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, que el pasado día 18 de enero dio la orden a la Policia Judicial de iniciar una investigación sistemática sobre el tema, coincide en declaraciones a EFE en que "estas prácticas de modo generalizado, con la extensión que tienen ahora, son de sólo hace unos meses".
Son recientes, empiezan a proliferar, a difundirse, a ser conocidas a través de Internet, y es este aspecto, el de la difusión, uno de los que más preocupan.
Al margen de la repercusión administrativa y penal de esas conductas, "la exhibición es muy perjudicial, da sensación de impunidad, de que no pasa nada, y lo ve muchísima gente joven", explica el fiscal.
Por ello, la Fiscalía se plantea dirigir también la investigación penalmente a los que filman las imágenes y las cuelgan en Internet, siempre que se demuestre que están de acuerdo con el conductor "porque están induciendo a esas conductas", subraya Vargas.
CLANDESTINIDAD Y DELINCUENCIA
Alrededor de todo este mundo hay "una cultura del riesgo, del 'subidón' de adrenalina como dicen los jóvenes, de vivir emociones fuertes, intensas", explica el fiscal.
¿Cómo actúan, como se organizan?. Estas conductas era conocidas pero no se habían investigado en profundidad.
Ahora -dice el fiscal- "la Policía Judicial está patrullando la red". Con la colaboración de todos los cuerpos policiales se va a recabar más información de orden criminológico, a que motivaciones obedecen, la forma de organizarse.
Aunque reconoce que se está en un momento inicial de la investigación, "parece evidente -añade- que estamos ante un mundo clandestino, delincuencial" que funciona aprovechando ese sentimiento de impunidad, que tiene sus propias organizaciones, sus circuitos, sus zonas de actuación, etc..
"Pero todo eso hay que probarlo, reunir pruebas en los polígonos industriales, carreteras de alta montaña, o determinadas calles de la ciudad donde actúan", señala el fiscal.
Un mundo clandestino que actúa selectivamente en función de la vigilancia policial, que cambia de escenario por lo que no es fácil sorprenderles. "Una realidad sociológica muy peligrosa -opina el fiscal -porque se juegan la vida y la de los demás".
CONDUCTA ANTISOCIAL
Unos comportamientos que para Roberto Durán, responsable del área de Psicología del Tráfico del Colegio de Psicólogos de Madrid, se enmarcan dentro de lo que se denomina "conducta antisocial, con resultados de lesiones a los demás y de lesiones a uno mismo", explica a EFE.
Suele tratarse de sujetos "con baja tolerancia a la frustración -el hecho de conducir produce mucha frustración pues hay que someterse a unas normas, a una conducta solidaria- y con una alteración en la percepción del riesgo".
Cuando les pones al volante de un coche "reaccionan con más intolerancia y responden con conductas agresivas".
A lo largo de su vida han debido tener más conductas antisociales -explica Durán-."Si se investiga su expediente académico o su paso por el colegio, probablemente han ido dejando pistas de deficiencias en su formación o de alguna conducta predelictiva en la adolescencia".
Para Durán el exhibicionismo es un perfil de la personalidad que no sólo se da en la conducción sino también en otros contextos, y el hecho de que determinadas imágenes se cuelguen en la red puede ir asociado a fines económicos, "al mundo de las apuestas que es muy complejo".
COLABORACION CIUDADANA
Las consecuencias de estas carreras ilegales son difícilmente cuantificables porque, aunque los accidentes que se derivan de ellas están incluidos en las estadísticas, "resulta difícil reunir pruebas de que detrás de ellos hay una carrera ilegal", explican a EFE fuentes policiales.
La Asociación para la Defensa e integración de los accidentados (DIA) ha exigido a la Administración que endurezca con penas de cárcel la sanción a los autores de carreras ilegales de coches o motos en la vía pública, sobre todos en caso de que haya daños personales.
Unas sanciones que en algunas casos pueden estar en el Código Penal, según el fiscal Bartolomé Vargas, en función de la carrera en cuestión, de cómo se haya realizado, los peligros que haya habido, las velocidades.
Existe la posibilidad de que haya habido un delito de conducción temeraria, castigado con hasta dos años de cárcel, como un delito de manifiesto desprecio por la vida de los demás que conlleva penas entre dos y cinco años de cárcel.
"No se puede decir que las carreras ilegales con carácter general sean delito, depende de las circunstancias concretas en que se produzca, pero desde luego lo pueden ser ", añade.
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