La política del "catacló"

Era tan sencillo como eso. La estrategia del PP se redujo ayer a la palabra intraducible que recetó Mariano Rajoy a sus seguidores. ¿Cómo se echa al PSOE del Gobierno? No es necesario un ejército de asesores. Ni siquiera hace falta un diccionario si se tiene capacidad para inventar un nuevo lenguaje político. La fórmula la deslizó ayer el líder del PP al cerrar su penúltimo acto de campaña: "Para ayudarles a que se vayan [a los socialistas] hay que ir el domingo a las urnas y catacló, catacló, votos". Abandonada la niña de las generales de 2008, Rajoy volvió a ser padre en campaña, pero esta vez, sólo de una palabra.

El neologismo preside desde ayer el diccionario electoral de las europeas ya que no habita aún en el de la Real Academia. Admitiendo que sea una onomatopeya, ¿recrearía el girar de la manivela de una antigua caja registradora como la que podría haber en cualquier sastrería en la que se cobren los trajes? Rajoy no concretó más; estaba en Albacete, no en Valencia.

Antes de despedirse definitivamente hoy, la campaña se tiñó ayer de un tardío sentido del humor, valor seguro en tiempos de crisis, como confirmó Rajoy a los suyos al prometerles que "eso sí que no os lo va a quitar [Zapatero]".

Animada la sonrisa, a Esperanza Aguirre la "noticia planetaria" de Pajín con Obama y Zapatero como protagonistas le produjo "una carcajada, qué quiere que le diga". A Fernando Morán, primer ministro de Exteriores de González y padre de una categoría dentro del chiste político de los años 80 no le hizo tanta gracia, y redujo el "acontecimiento histórico" de Pajín a la condición menos estelar de "momento importante". Morán sabe de hechos relevantes en la Historia; él negoció la entrada de España en la UE.

El ex ministro socialista es diplomático; Mayor Oreja, ingeniero agrónomo. La cortesía, por tanto, no es obligada en su oficio, como acreditó ayer al lamentar "la crisis de inteligencia" de la número tres del PSOE por su aportación planetaria a la campaña electoral. Catacló, catacló.

El PP busca significado a la voz acuñada por Rajoy. Por si equivale a la fórmula erre que erre, el candidato del PP desempolvó dos clásicos del catálogo de intrigas contra el PSOE y Rodríguez Zapatero: la negociación con ETA y el 11-M.

Jaime Mayor Oreja anunció que ETA pretende "tentar al Gobierno para iniciar la segunda parte de la negociación" que, según dijo ayer, "ya prepara". En el territorio abonado de la Cope y para redondear el doble remake, Oreja animó a "seguir investigado" la responsabilidad de los atentados de Madrid de marzo de 2004 "como lo están haciendo a través de medios de comunicación". Es un esfuerzo "plausible", según el candidato. "Deseo que se esclarezca la verdad", insistió Oreja ayer, año y medio después de que se hiciera pública la sentencia de la Audiencia Nacional contra los autores del 11-M.

Sospechas sobre el mayor atentado terrorista en la historia de España que Oreja no mostró en la radio episcopal sobre el presidente valenciano Camps. Al revés, se confesó "feliz de apoyar a un compañero; estamos con Paco".