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Los políticos evitan el debate entre regular o prohibir

La explotación se perpetúa en la alegalidad

ANA ROSA MAZA

La polémica sobre la prostitución agitada los últimos días en Barcelona, a raíz de escenas de sexo en la calle publicadas por El País, no cambiará la agenda de la Generalitat. 'Nadie ha descubierto nada', afirmó ayer el conseller de Política Territorial, Joaquim Nadal, que descartó aprobar una ley específica sobre este asunto. Para Nadal, el Ejecutivo catalán tiene margen suficiente para actuar con las normativas vigentes. El conseller aseguró que una ley inmediata 'no es posible ni planteable', aunque admitió la necesidad de abrir un debate al respecto.

Como ha sucedido en otras ocasiones tras una operación policial, algunos representantes políticos hablan estos días sobre qué hacer con la prostitución, aunque ningún partido ha manifestado de forma clara su postura en el debate entre regular o prohibir, ni el Gobierno tiene previsto abordar el tema de forma inmediata.

En los pasillos del Congreso, Joan Ridao, portavoz de ERC en el Parlamento, se mostró decepcionado por cómo Zapatero había centrifugado 'todo tipo de responsabilidades' y había reducido la polémica a una cuestión de orden público.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, mantuvo ayer su postura a favor de la legalización mostrada el día anterior: 'Pretender que la prostitución no existe simplemente porque no está regulada es hipocresía, lo he creído siempre'.

Ningún gobierno ha hecho nunca el amago de redactar algún tipo de norma 

La portavoz del grupo popular, Soraya Sáez de Santamaría, se manifestaba firme en que la prostitución debe erradicarse de las calles y que el debate debe y puede hacerse, aunque siempre en profundidad.

El portavoz del grupo socialista, José Antonio Alonso, situaba la génesis del problema en el delito de trata de mujeres con fines de explotación sexual y se limitó a recordar que existe el Plan integral contra la trata, en vigor desde el pasado enero.

Opiniones personales y declaraciones aparte, lo cierto es que ningún gobierno, ni conservador ni progresista, ha hecho nunca el amago de redactar algún tipo de norma para que la prostitución deje de perpetuarse en su situación actual de alegalidad. La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, cree que no es el momento de abrir ese debate.

La portavoz de APRAM (Asociación para la Reinserción de Mujeres Prostituidas), Rocío Mora, no confía en que actuaciones policiales, como la desarrollada en Barcelona, tengan alguna efectividad: 'Visibilizar la situación en la que viven las mujeres que están en la calle, en su mayoría víctimas de trata y explotación sexual, hace que el problema se traslade de sitio, no que se erradique'.

'Tenemos muchas expectativas en el plan; es el verdadero problema de fondo'

Mora opina que estas actuaciones favorecen que aumente el número de mujeres que acaban confinadas en pisos lugares invisibles, donde es más fácil obligar a las mujeres a prostituirse y donde ni la Policía ni las ONG puedan acceder a las víctimas para asesorarlas.

Mora también pone el objetivo en combatir la trata: 'Tenemos muchas expectativas en el plan; es el verdadero problema de fondo'. Y asevera que si la sociedad está a favor de la legalización, es por desconocimiento. 'Si supieran en qué situación real están estas mujeres, no apoyarían la legalización'.

La portavoz del colectivo en defensa de los derechos de las prostitutas Hetaira, Cristina Garaizabal, califica las operaciones policiales de 'marketing' y la situación de la Boquería, de 'excepción'. Además, opina que para combatir el delito de trata, primero hay que reconocer la prostitución voluntaria y darle un estatus legal.

Las palabras de Esperanza Aguirre, que aseguró que siempre había sido partidaria de la regularización y que lo demás es “hipocresía”, han tenido su respuesta por parte de la diputada del Partido Socialista Elena Valenciano y la senadora Matilde Fernández. Valenciano calificó la propuesta realizada por Aguirre de “absolutamente vaga” y le recordó que contradice en todos los términos la legislación de la Comunidad de Madrid. Por su parte, Matilde Fernández se mostró absolutamente contraria a una regularización de la prostitución.

Animó a seguir luchando, porque “regular la prostitución es abandonar la lucha por los derechos de las mujeres”. Aguirre volvió a insistir ayer en la necesidad de regular la prostitución. Esta vez, también lo hizo en referencia a la masculina. Aguirre se lamentó de que este asunto estuviese centrado en el sexo femenino. “Si se miran los anuncios de los periódicos se ve que, en porcentaje, es mayor la masculina”, afirmó.

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