Imanol Arias (Riaño, León, 1956) afronta con ilusión su undécima temporada encarnando a Antonio Alcántara, la piedra angular de la veterana serie de La 1 Cuéntame. La principal novedad de la próxima temporada, cuya grabación se inició recientemente y se prolongará hasta diciembre, será la aparición de mayores dosis de humor en la vida de los Alcántara. Además, el cabeza de familia se meterá en política con el entusiasmo propio de la época, una ilusión que en los tiempos actuales, según Imanol Arias, se ha convertido en desencanto. Por otro lado, el popular actor expresa también sus dudas sobre el nuevo modelo de TVE sin publicidad que será realidad dentro de muy poco.

¿Qué traerá la nueva temporada?

Será una campaña muy enloquecida, desternillante. Además, deja de ser tan nostálgica y ofrece una visión de la historia más directa.

Antonio Alcántara se identifica con UCD y representa a una generación que se ilusiona con la política. ¿Qué ha sido de ese entusiasmo?

Ha habido un desencanto en torno a las ideas. La gente entonces se basaba mucho en la ideología y la ideología es ahora una chufla tal que ya sabemos que hoy se cierra Garoña en cuatro años, pero que al final se podrá demorar más, porque al final todo esto es mentira. Vivimos al día y los políticos son la clase profesional peor dotada de España en este momento. Sin embargo, entonces había grandes personalidades políticas, números uno... A mí la política ya no me interesa.

¿Cómo cree que afectará al futuro de la serie el nuevo modelo de televisión marcado por la ausencia de publicidad en TVE y la implantación de la TDT?

Yo no sé cómo va a ser la nueva televisión, aunque sí sé que la audiencia media máxima va a estar en torno al 15%-16%. Lo que creo es que nosotros tenemos que ser líderes en nuestra franja y, si alguien tiene un 7%, entonces nosotros debemos llegar al 9%. Este año nos han dado un 18%-19% y la media de las cadenas va a ser un 14%.

¿Cree que los costes de producción de series como Cuéntame se podrán mantener con una TVE sin publicidad?

Primero hay que descubrir qué es una televisión pública sin publicidad. Era evidente que había una competencia desleal y todo el mundo quería acabar con esa situación. Además, ningún gobierno se va a atrever a que paguemos 100 euros al año por tener la señal de televisión, ni el PP.

¿Qué pasará entonces el día que TVE no tenga anuncios?

El día en que no haya publicidad en televisión, yo me voy. Yo no puedo trabajar en una cadena sin publicidad ganando lo que gano, porque lo gano por algo.