La Universidad Pompeu Fabra (UPF) ha anunciado la apertura de una "revisión de oficio" de las acusaciones de acoso laboral y abuso de poder contra Vicenç Navarro por integrantes de su equipo. Las denuncias de trabajadores cercanos a él, desde secretarias a profesores y personal de investigación, han sido difundidas en sendas informaciones de eldiario.es y Ara.

Tras conocer estos hechos, Público ha dejado en suspenso la colaboración que mantenía con Navarro hasta que se resuelva el caso y así se lo ha transmitido al propio profesor.

En un comunicado, la UPF informa de que "ha abierto una revisión de oficio, a petición de la rectora, tal y como prevé el Protocolo para actuar ante conductas de violencia psicológica en el trabajo, para esclarecer el alcance de las informaciones". La Universidad subraya que no tiene desde 2018 ninguna vinculación laboral ni académica con Navarro, ni tampoco, desde 2021, con la escuela de negocios Barcelona School of Management (BSM), un centro adscrito a la Pompeu Fabra.

El comunicado señala que en 2021, durante su etapa en la UPF-BSM, "se recibió una denuncia formal de una persona que alegaba acoso laboral por parte del profesor Navarro, y el centro le abrió un expediente". "El 31 de mayo de 2021 Vicenç Navarro presentó su jubilación tras conocer que el centro había decidido discontinuar su relación laboral como resultado de la investigación abierta por el centro", añade la nota de la UPF.

Las informaciones citadas recogen testimonios de unas cuarenta personas (secretarias, profesores y personal de investigación) sobre el comportamiento de Navarro y el "trato despótico" que les dispensaba. Los trabajadores describen situaciones de maltrato psicológico, exigencias de disponibilidad horaria más allá de los horarios laborales habituales o encargos de tareas no vinculadas a la actividad docente, como por ejemplo llevar ropa a la tintorería o prepararle viajes personales. Algunos de los testimonios denuncian, además, que usaba recursos públicos para usos personales.

Vicenç Navarro ha asegurado a Público a través de un escrito que todo lo publicado "es una enorme falsedad" y niega que la UPF le hubiera cesado, sino que se fue antes. El catedrático considera que se trata de una campaña para "destruir las voces críticas" y tacha las investigaciones publicadas por los mencionados como "sesgadas" con el único fin de "demonizar" su persona.

"Todas estas investigaciones, tanto la actual como la de 2021, se habían y se han realizado sin mi conocimiento y sin haberme ofrecido la posibilidad de presentar mi defensa y mi evidencia con pruebas y referentes que presentan una realidad opuesta a la presentada por la supuesta investigación", ha asegurado Navarro, quien niega, por ejemplo, no haber permitido a una colaboradora suya viajar al entierro de su padre a su país, Argentina: "Yo nunca tuve una colaboradora argentina", afirma.

Asimismo, el catedrático asevera que no había recibido hasta la fecha "ninguna queja" de las personas que ahora denuncian tratos vejatorios; relata que su retiro de la Pompeu Fabra fue "voluntario" y rechaza haber recibido un trato de favor por parte de la Universidad ni en recursos humanos ni materiales para desarrollar sus responsabilidades.

Por todo lo anterior, Vicenç Navarro considera que las informaciones publicadas estos días suponen "un intento de descrédito" de su persona "por ser una voz crítica". "La animosidad contra las voces críticas de este país es bien conocida. Ello no implica naturalmente que errores no hayan podido ocurrir, pero la avalancha de animosidad en contra de mi persona ha sido enorme y creo que en este caso injusta", sentencia Navarro.