Este artículo se publicó hace 16 años.
Porcel considera que "han hecho más por España y Cataluña los escritores que los políticos"
El escritor Baltasar Porcel considera que en los últimos cincuenta años han hecho mucho más por España y Cataluña los escritores que los políticos y los empresarios, aunque "los diarios sólo hablan de los políticos, que es una manera de perder el tiempo", según ha dicho en una entrevista a Efe.
Un Porcel totalmente en forma, después de superar el cáncer que le diagnosticaron hace ya dos años, acaba de publicar su última obra, "Cada castell i totes les ombres" (Cada castillo y todas las sombras), con la que obtuvo el premio Sant Joan de novela el pasado mes de junio.
Se trata de un relato de más de 400 páginas, publicado por Edicions 62 y centrado en la Barcelona actual, metáfora de las grandes urbes de nuestro tiempo, en el que el mallorquín ofrece una visión humana, sociológica, crítica, irónica y dramática del tejido personal, económico, político y sentimental de la gran ciudad.
La historia transcurre durante tres días de 2008 y se desarrolla en una doble línea argumental, centrada en la vida de Pelai Puig, un hombre de edad y clase media, con una vida gris, militante de un partido de izquierdas y que viaja en metro, mientras que el otro personaje es Ginés Jordi Martigalà, un hombre de negocios, ya mayor, rico y triunfador, enamorado de Simona, una atractiva mujer, con la que mantendrá una relación fulgurante.
Cuando se le comenta que el arte tiene en la obra una importancia capital, Porcel reflexiona sobre el hecho de que en la actualidad todo se compra. "Unos adquieren coches, que luego no sirven para nada y por los que pagan fortunas, mientras que otros se decantan por la obra de arte".
"Creo -prosigue- que en los últimos cincuenta años en España y Cataluña lo que se ha hecho literariamente es mucho más importante que todo lo realizado por políticos y empresarios, y la prueba es que España continúa en el puesto 9.712 de los países del mundo, mientras que hay libros que están muy bien considerados y obras de arte y artistas que son muy buenos, como Picasso y Miró".
A su juicio, "el arte es variado, creador, libre, no provoca angustias, al contrario, te exalta y anima. Pero los diarios sólo hablan de los políticos, que es una manera de perder el tiempo".
Época, la actual, que califica marcada por "una gran mediocridad" y por "la falta de objetivos", dice sentirse como escritor "miembro de la sociedad, por lo que, como tal, ni el gobierno de Madrid ni el de la Generalitat a mí no me sirven para nada, al contrario que el ferrocarril, con el que me desplazo ahora tras vender hastiado mis dos coches, y donde puedo pensar y ver a mujeres hermosas".
Respecto al paso del tiempo, una preocupación que siente especialmente en su última novela el personaje de Martigalà, señala el narrador que, efectivamente, "los años te hacen viejo y esto es terrible, aunque hay personas que se encuentran mejor a los 70 años que a los 30".
Cuando recibió el premio en junio, indicó que el libro lo había acabado de perfilar desde su cama del hospital Clínico, consciente de la gravedad de su mal, "filtrándose en su interior todo mi afán de vivir".
Hoy se reafirma y subraya que escribir es siempre crear un mundo. "En esta novela hay mucho movimiento lingüístico y un aliento vital, una vitalidad real, que no es inventada, que surge en paralelo a la curación de un cáncer, en lucha por la vida", sostiene.
Nacido en Andratx (Mallorca) hace 71 años, comparado por el infalible Harold Blomm a autores de la talla de Philip Roth y Don DeLillo, anda Porcel metido en la construcción de un nuevo relato, que a diferencia de "Cada castell i totes les ombres", muy estructurado y vital, tendrá "mucho de movimiento absurdo".
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