Este artículo se publicó hace 12 años.
El portavoz del Vaticano niega que cinco cardenales esten siendo investigados por robo de documentos
La única persona hasta ahora acusada formalmente de la filtración de documentos reservados del Vaticano es el mayordomo del papa, Paolo Gabriele, que está acusado de robo con agravante, dijo hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que negó que cinco cardenales estén siendo investigados.
Lombardi, que informó del desarrollo de las investigaciones del robo de documentos reservados enviados al papa Benedicto XVI y a su secretario, Georg Ganswein, y que han sido publicados por la prensa y en un libro, señaló que han sido interrogadas otras personas, "como es normal", pero que ninguna ha sido arrestada.
Hoy los medios italianos aseguraron que cinco cardenales estaban siendo investigados por este caso y que los investigadores habían encontrado en la casa de mayordomo, en el pequeño Estado vaticano, cartas en las que ya estaban escritas las direcciones de las personas a las que se iban a enviar documentos robados.
Lombardi lo negó categóricamente, a la vez que insistió en que la única persona acusada formalmente es Gabriele, de 46 años.
Gabriele, que fue detenido el pasado miércoles por la Gendarmería vaticana, está preso en una sala de máxima seguridad del Vaticano y, según reiteró hoy Lombardi, está decidido a colaborar con la Justicia.
El mayordomo todavía no ha sido interrogado por el juez instructor, Piero Bonet, señaló Lombardi.
Ayer, el abogado de Gabriele, Carlo Fusco, aseguró en un comunicado que el mayordomo, de quien es amigo desde la infancia, le ha asegurado que "responderá a todas las preguntas y colaborará con los investigadores para que se sepa la verdad".
El portavoz negó hoy, otra vez, que detrás del robo de documentos reservados se esconda una lucha interna por el poder entre facciones vaticanas contrarias al actual secretario de Estado, Tarcisio Bertone, como sostienen algunos medios.
"Hay valoraciones diferentes. Unos interpretan lo acaecido como una lucha por el poder, otros, como yo, se limitan a los hechos", subrayó Lombardi.
Preguntado de nuevo por el estado de ánimo de Benedicto XVI, Lombardi señaló que el papa sufre "un dolor particular", ya que hay que tener en cuenta que el hasta ahora único detenido es su mayordomo, "una persona muy cercana a él, amada y respetada".
Benedicto XVI quiere, precisó Lombardi, que se llegue a la verdad.
El portavoz dijo ayer que la línea impuesta por el papa es la transparencia para restablecer lo más pronto posible un clima de verdad y confianza.
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