Público
Público

Portugal aprueba nuevas medidas de austeridad

Reuters

El Gobierno portugués acordó el jueves con la oposición nuevas y duras medidas de austeridad para profundizar el recorte del déficit presupuestario, que incluyen reducciones de gasto y subidas de impuestos, calmando a unos mercados temerosos de la extensión de la crisis griega.

El primer ministro José Sócrates y el líder de la oposición Pedro Passos Coelho anunciaron medidas como un recorte del cinco por ciento de los salarios de los altos cargos públicos y de los políticos, así como un aumento del IVA de entre un uno y un 2,5 por ciento.

El nuevo paquete, que aprobó posteriormente el Gobierno, establece además un impuesto extraordinario a los ingresos de hasta un 1,5 por ciento y la imposición de un tributo del 2,5 por ciento sobre las ganancias de los bancos y de las grandes compañías.

"Pido a todos mis compatriotas que hagamos este esfuerzo para defender el país, para defender el euro y a Europa", dijo el socialista Socrates en una rueda de prensa.

También dijo que las medidas permitirán al país reducir su déficit presupuestario de este año a un 7,3 por ciento del Producto Interior Bruto, un punto más que el 8,3 por ciento anunciado en marzo.

El ajuste abre paso además a una reducción de la meta de déficit fiscal del 2011 de dos puntos porcentuales, a un 4,6 por ciento del PIB frente al 6,6 por ciento previsto anteriormente.

"Estas medidas son cruciales para restablecer la confianza y conseguir financiamiento para la economía", agregó Sócrates, que precisó que las medidas anunciadas estarán en vigencia hasta finales de 2011.

El paquete de austeridad fue consensuado con el líder del principal partido de la oposición, justo cuando el país está en la mira de los inversores internacionales por el temor a que siga los pasos de la endeudada Grecia.

Mientras, en Alemania la canciller Angela Merkel dijo que la UE afronta una crisis "existencial".

"Si el euro fracasa, no solo fracasa la divisa. Europa fracasa también, y la idea de la unificación europea", aseguró.

"Tenemos una moneda común, pero no una política común ni una unión económica. Y por eso precisamente debemos cambiar. Para lograr esto, ahí esta la oportunidad de esta crisis".

En la década transcurrida desde la creación del euro, Alemania se ha resistido a la idea de una mayor coordinación de la política económica, temiendo que países como Francia pudieran aprovechar para aumentar su influencia sobre el Banco Central Europeo.

La opinión pública alemana está molesta con tener que cargar con el peso financiero de los planes de rescate para países más débiles.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hablado con varios dirigentes europeos sobre el euro, dijo la Casa Blanca.

El asesor económico de la Casa Blanca Paul Volcker dijo en una conferencia en Londres que es difícil tener una moneda común sin tener un gobierno común y mostró su preocupación porque los problemas de la deuda en Europa socaven el euro.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias