El PP se enfrenta a tres focos de corrupción. El documento de la Brigada de Blanqueo de la Policía aporta pruebas de una posible financiación ilegal en la Comunidad Valenciana, Madrid y Galicia. Pero Mariano Rajoy no da explicaciones, ni toma cartas en el asunto.

La dirección nacional ha pedido al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, medidas 'contundentes' pero no asume la parte de responsabilidad que le corresponde en todos estos escándalos. El líder del PP prefiere delegar en cada formación regional marcando las distancias.

El informe policial se centra en las actividades de Orange Market empresa dirigida por Álvaro Pérez El Bigotes, que facturó a cinco importantes empresarios de la Comunidad Valenciana actos que había organizado para el PP. Estos disfrutaron a su vez de múltiples adjudicaciones públicas.

Por otro lado, diversos archivos almacenados en un pen drive sirvieron para confirmar la doble facturación del PP de Madrid, que utilizó una fundación llamada Fundescam para abonar los gastos de las dos campañas autonómicas de 2003 en las que se presentó Esperanza Aguirre.

Y, por último, se ha sabido que el PP de Galicia pagó 3.224.826 euros en dinero negro, entre abril de 1996 y septiembre de 1999, coincidiendo con la época en que Pablo Crespo era el número tres de Manuel Fraga.

Fraga dice que 'no da la sensación de que vaya muy bien' el PP en Valencia

Ante todos estos datos, Rajoy calla. Ayer, en el Comité Ejecutivo Nacional, prefirió pasar de puntillas por el caso Gürtel. Frente a los suyos, el líder del PP volvió a mostrar su confianza en Camps, pidió tranquilidad y mantuvo que cada decisión tiene su tiempo, alejándose de la precipitación.

'Nos ha dicho que no nos pongamos nerviosos pero es para estarlo', reconocía un dirigente conservador. Las voces críticas van en aumento ante la parálisis de su jefe de filas.

Si Rajoy no analizó la situación, su número dos, María Dolores de Cospedal, tampoco quiso hacerlo en la rueda de prensa posterior. 'Un informe policial no es otra cosa que eso', mantuvo cuando se le preguntó por la posibilidad de que su partido diera explicaciones teniendo en cuenta que la financiación ilegal parece ir extendiendo sus tentáculos. Cospedal zanjó la cuestión recordando que este asunto no está 'aún judicializado'.

La mano derecha de Rajoy tampoco quiso detallar cuáles eran los argumentos jurídicos que el PP no compartía del recurso que había presentado la Fiscalía contra el archivo de la causa de los trajes de Camps. 'No lo he leído en profundidad. Y en su momento tendrán ustedes contestación por escrito', mantuvo.

Cospedal explicó que, durante la reunión, Rajoy había tratado el caso Gürtel 'muy brevemente', y que había hablado 'alto y claro'. Además, subrayó la puesta en marcha de la comisión de investigación del PP valenciano y sorteó toda una espinosa catarata de preguntas relacionadas con la trama dirigida por Francisco Correa y sobre sus relaciones con Camps. Reconoció que había vuelto a hablar con él después del almuerzo en el parador de Alarcón y afirmó que no existía ningún problema entre ellos.

Cospedal admite que 'no ha leído en profundidad' el recurso del fiscal

A la reunión, en la sede nacional, no asistieron ni Camps ni el vicepresidente de la Generalitat Vicente Rambla, ni la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Gerardo Camps, consejero de Economía, fue el único representante valenciano. Cospedal dijo que el presidente valenciano no había asistido por problemas de agenda. Fuentes de la Generalitat explicaron que había mantenido reuniones privadas durante toda la mañana. Lo mismo que Barberá. Rambla estaba reunido con representantes de los empresarios de Castellón, informa Sergi Tarín.

Dentro del PP se empieza a pensar que la posibilidad de dimisiones pierde fuelle. Ayer, el diputado Juan Costa salió en defensa de su hermano. A su juicio, el secretario general del PPCV, Ricardo Costa, actuó 'siguiendo de una manera muy correcta la política y las decisiones' de su partido.

Rajoy prefirió dedicarse a presumir de que al PP 'las cosas le van muy bien', como prueban los sondeos. A su juicio, lograr un 42% en intención de voto es muy importante teniendo en cuenta que la canciller Angela Merkel venció en Alemania con un respaldo del 33%.

Pero Fraga le aguó la fiesta. Ya en la puerta de entrada, el senador declaró que veía 'problemas importantes' en Valencia y que el partido allí 'no da la sensación de que vaya muy bien'. Y después daba la puntilla en la reunión, cuando preguntó por qué Rajoy no aventajaba a Zapatero en la valoración de líderes y, sobre todo, por qué se le resistía al líder del PP el voto femenino. El diputado Jorge Fernández le respondió que el presidente del Gobierno también había perdido puntos en este sentido, pero a Fraga no le convenció y masculló que Rajoy seguía estando 'peor'.

Franscisco Camps le quitó hierro a la intervención de Fraga: 'Don Manuel está encantado; yo hablo con él con mucha frecuencia. Está feliz con lo que está pasando'.

Por su parte, Cospedal resaltó que los datos consolidaban el 'vuelco electoral' y restó importancia al hecho de que Rajoy esté peor valorado porque es 'algo que siempre se repite con líderes de la oposición'.