Este artículo se publicó hace 16 años.
El PP intenta desgastar al Gobierno acusándole de inactividad
La portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, ahonda en la estrategia de su partido, que consiste en mostrar al Ejecutivo como inactivo. De la Vega pide a los conservadores que trabajen junto a ellos por el beneficio de los c
El PP ya ha encontrado los temas en los que basar su oposición durante el arranque de legislatura. Con el Estatuto de Catalunya aprobado y funcionando sin grandes catástrofes y el terrorismo enterrado por el giro de Rajoy, los conservadores necesitaban nuevos temas con los que desgastar al Gobierno. La crisis económica y una presunta inactividad del Ejecutivo les han dado el aire que buscaban.
La economía era el más obvio. Cada nuevo dato de paro o IPC que se publica llena de munición los cartuchos conservadores. Este miércoles lo recordaba Rajoy. Es la tercera vez que el jefe de la oposición pregunta al Gobierno al respecto.
Sin embargo, el argumento de defensa del Gobierno, amparándose en la coyuntura internacional, ha obligado al PP a ir más allá. Los conservadores tratan de completar su estrategia de oposición con la imagen de un gobierno a ralentí y "con la cabeza escondida bajo el ala". "Niega la enfermedad y por tanto no aplica terapia alguna", le reprochó Rajoy al presidente. La nueva tendencia cristalizó sin embargo en la pregunta de su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, a la vicepresidenta: "¿Cuando piensa su gobierno dar por comenzada la legislatura y ponerse a trabajar?".
Fue durísima. Sáenz de Santamaría recordó que habían pasado dos meses desde la investidura. "En ese tiempo han registrado cuatro proyectos de ley y dos decretos". Uno de ellos, el del trasvase a Barcelona, "ya derogado". Recurrió, como siempre, a la ironía. "Si no fuera por el capítulo de autoridades y personal, el BOE podría convertirse en una publicación semanal", subrayó.
La vicepresidenta se defendió. Como ya había hecho antes Zapatero con Rajoy, expuso una retahíla de medidas puestas en marcha por el Ejecutivo: rebaja de impuestos de las familias, adaptación de las hipotecas para mejorar su pago, aumento de becas...
El viernes pasado, tras el consejo de ministros, De la Vega también había reivindicado la actividad del Gobierno. Anunció fecha para la conferencia de Presidentes, reuniones con agentes sociales y los primeros pasos de una futura reforma de la ley electoral.
Además, la vicepresidenta recordó ayer que ya han comparecido buena parte de los ministros en comisión parlamentaria y aseguró que los cuatro proyectos de ley eran más que en el mismo periodo de tiempo del primer gobierno de Aznar. La portavoz del PP contestó con sus propios datos, asegurando que durante el primer periodo de sesiones de 1996 fueron diez los proyectos registrados.
Sáenz de Santamaría aumentó la dureza de su discurso en la segunda réplica y utilizó la huelga de transportes como arma arrojadiza: "Las estanterías de los supermercados se están quedando vacías". Su bancada la jaleó con el mayor aplauso desde hace meses.
Por la mañana el portavoz en el Senado, Pío García-Escudero, ya había demostrado que las críticas responden a una estrategia organizada: "Ya va siendo hora de que se pongan a trabajar. Que hagan algo será una novedad". Como con Soraya Sáenz de Santamaría, su grupo reconoció el argumento y lo premió, también, con un largo aplauso.
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