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PP: una política ambiental nefasta

Hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, así que escucharemos multitud de mensajes sobre cantidad de iniciativas en favor del entorno. La mayoría será publicidad de empresas, y algunas denuncias de organizaciones ecologistas. Y sin duda vendrán también desde el Gobierno de España en el que, por cierto, ni siquiera existe el Ministerio de Medio Ambiente.

Es el nuestro un Gobierno en que la cartera que ostenta los restos de las competencias en materia ambiental fue ocupado por un empresario petrolero, que ahora ha encabezado la lista del PP al Parlamento Europeo (con escaso éxito, por cierto). Fue sustituido por una ex-alto cargo de Fertiberia, una empresa de fertilizantes con graves delitos ambientales y que tiene que afrontar el cumplimiento de una sentencia por la grave contaminación generada en Huelva por el vertido masivo de fosfoyesos en las marismas del Odiel.

Con esta carta de presentación nada de lo que pueda venir de este Gobierno en la materia nos puede sorprender. El desmantelamiento de la ley de costas para permitir que continúe el negocio en el litoral fue una de sus medidas más desgraciadas. Ahora el hotel del Algarrobico sigue en pie en la playa de Almería de ese nombre, como muestra de la falta de voluntad de hacer cumplir la legalidad.

Una de las decisiones más absurdas de este Gobierno ha sido la de permitir, e incluso fomentar, que se alargue la vida de la obsoleta y peligrosa central nuclear de Garoña. Un auténtico disparate que sólo puede entenderse en clave de satisfacer las demandas del oligopolio energético a pesar de poner en riesgo el medio ambiente y las personas. El alargamiento de la vida de las centrales nucleares hasta 60 años es otra decisión tomada en la misma clave.

Precisamente en materia energética es donde este Gobierno está mostrando su cara más alejada del sentido común. Primero desmantela las energías renovables, y revienta cualquier posibilidad de recuperación del sector, que era un motor en la generación de empleo; para ahora hablar de la vulnerabilidad de nuestro país por la dependencia energética del exterior. Pero no hay por qué preocuparse, en realidad ellos ya tienen un plan: perforar en las costas de Canarias y Baleares, por si sonara la flauta y apareciera petróleo. O promover el fracking por todo el país, a pesar de sus impactos ecológicos. Todo por la pasta. Total, piensan ellos, ¿a quién le importa el medio ambiente en España? ( Y ahí hay que decir que tal vez acierten, porque desgraciadamente estas decisiones pasan con más pena que gloria, pero con poca resistencia social).

No es casual que España se haya convertido en el patio trasero de entrada de transgénicos en Europa, ni que los espacios naturales tengan cada vez menor protección o se permitan actividades comerciales. La Naturaleza parece haber dejado de ser un patrimonio común a proteger, para pasar a ser material de negocio.

No hay tregua para nuestro medio ambiente. La contrarreforma ambiental llevada a cabo por este Gobierno apenas ha dejado ningún detalle sin tocar. El desmantelamiento ha sido de alta intensidad, y se tardará años en recuperar un nivel asimilable al de nuestro entorno europeo. Hoy, Día Mundial del Medio Ambiente, denunciamos la nefasta política del gobierno del PP.

*Juan López de Uralde es coportavoz federal de EQUO

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