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La precariedad laboral merma la Sanidad pública

Gobierno y colectivos profesionales cifran en 3.200 el déficit de médicos y en 150.000 el de enfermeras. Sus salarios son de dos a tres veces inferiores a los de otros países europeos. La Organización Médica Colegial

VANESSA PI / ERIK LÓPEZ

La enfermera entra en plena consulta sin avisar. 'Doctor, no podemos poner la citoscopia que pide el viernes. No quedan horas libres', dice desde la puerta. El urólogo, impasible, le responde: 'Ponla al final, como suplemento. Lo más probable es que ese paciente tenga un cáncer de vejiga y no puede esperar hasta septiembre'. Pocos minutos más tarde, suena el teléfono. El doctor sigue sin inmutarse: 'Como usted diga. Si no le puede hacer un hueco a alguien con cáncer de vejiga, no lo haga', dice y cuelga sin despedirse.

Algo después, una nueva enfermera irrumpe en la sala y le explica que tienen dos citoscopias para el viernes. 'Si quiere, cancelamos la menos urgente y hacemos un hueco', sugiere. Al doctor no le parece buena idea. Tampoco que encontrar un 'hueco' para un paciente grave dependa de la voluntad de los facultativos que lo atienden. Pero al final deciden hacer el cambio cuando descubren que una de las pacientes previstas para el viernes tenía concertada la visita posterior a la prueba con un urólogo distinto al suyo, porque este estaba de vacaciones.

'El problema es que todo está mal organizado. No faltan demasiados médicos, pero estamos mal repartidos'

'El problema es que todo está mal organizado. No faltan demasiados médicos, pero estamos mal repartidos'. Y mal pagados, critica este urólogo, que prefiere ocultar su nombre por temor a represalias. A sus 60 años ya ha renunciado a hacer guardias en el hospital madrileño donde trabaja para completar el sueldo porque no está para 'tantos trotes'.

Los profesionales de la Sanidad española no dan abasto. Los especialistas se las ven y se las desean para meter a sus pacientes en las listas para hacerse una prueba antes de que sea demasiado tarde. El Ministerio de Sanidad calcula que faltan unos 3.200 facultativos, sobre todo médicos de familia y pediatras. El Consejo General de Enfermería, por su parte, calcula un déficit que roza las 150.000 enfermeras. Si a eso se suma una mala gestión de los recursos humanos, como denuncian los sindicatos, el resultado es que los médicos de atención primaria apenas tienen cinco minutos para atender a cada paciente, los de Suecia disponen de 35.

Multifunción

'No tengo tiempo para hacerlo todo y tengo que compaginar mi trabajo en áreas totalmente distintas', lamenta una enfermera del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Siente que su profesión está menoscabada desde que el pasado 13 de julio el error de una enfermera mató a Rayan .

La muerte del bebé que sobrevivió a la de su madre, la primera víctima de la nueva gripe en España, ha puesto sobre la mesa uno de los problemas que médicos y enfermeras vienen denunciando desde hace años: el aumento de los contratos basura. 'La Sanidad es el ámbito de la administración española donde se dan más contratos en precario', denuncia el vicesecretario de la Organización Médica Colegial (OMC), el doctor Jerónimo Fernández Torrente.

Contratos muy cortos

'En algunas comunidades, como Madrid, se están haciendo contratos muy cortos, algunos de unos días o para unas guardias. Por eso muchos se van a la sanidad privada, donde les ofrecen mejores condiciones. Sólo el 60% de los médicos trabaja en la pública', critica la presidenta de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, Carmen Ortiz.

El vicesecretario de los colegios de médicos añade que el sueldo de un profesional, desde que empieza a ejercer hasta que se jubila, apenas crece un 15%. Además, cobra mucho menos que sus colegas europeos. De media, un español gana entre 2.500 y 3.000 euros netos al mes. Fernández Torrente explica que, en Portugal, cobran desde '1,5 veces más hasta el doble'. En Francia, Gran Bretaña o Alemania, la cantidad se llega a triplicar.

'En algunas comunidades, como Madrid, se están haciendo contratos muy cortos, algunos de unos días o para unas guardias'

También las enfermeras españolas cobran menos que en Reino Unido e Irlanda, donde el salario neto mensual es de unos 4.000 y 3.000 euros, respectivamente. Las españolas perciben por su trabajo prácticamente la mitad: una media de 2.100 euros, según el Consejo General de Enfermería.

Los salarios, la estabilidad laboral y la calidad de su formación explica que muchos médicos y enfermeras acaben ejerciendo en el extranjero. En 2007 (último año registrado), se marcharon 650 facultativos. Desde 2001, se han ido 6.194. El número de médicos que ha venido a España es mayor: en 2007 se homologaron 5.383 títulos. La cantidad de enfermeras que emigra también es significativa. En 2007 se fueron 507; desde 2001, 3.664. Otras 2.801 enfermeras extranjeras convalidaron sus títulos en España en 2007.

El presidente del Foro Español de Pacientes, Albert Jovell,cree que se exagera cuando se habla de médicos que ejercen en el extranjero. 'No se van tantos. Los que lo hacen es porque viven en zonas fronterizas y pueden optar a un sueldo mejor', sostiene.

La precariedad varía mucho por comunidades. 'El carácter funcionarial de los médicos no se da en ningún otro país del mundo. Desde que hace tres o cuatro años, las comunidades abrieron la última oferta pública de empleo, varias promociones de médicos están interinos, sin plaza fija', explica la autora del informe del Ministerio de Sanidad Oferta y necesidad de especialistas médicos en España, la profesora Beatriz González. La cantidad de contratos más o menos estables también depende de cada gobierno regional, agrega.

'El carácter funcionarial de los médicos no se da en ningún otro país del mundo'

Escasez de datos

Los datos sobre la precariedad brillan por su ausencia. La carencia o la dispersión de información es la tónica dominante en los indicadores sanitarios, sobre todo cuando se habla de profesionales. De ahí que estos lleven años reclamando un registro que contabilice los médicos y enfermeras que están en activo, los que trabajan en la pública y la privada, los que emigraron, los que vinieron de fuera... Más de la mitad de las comunidades aún no ha aportado estos datos al Ministerio.

Lo que sí indican las cifras es que, pese a sus defectos, el Sistema Nacional de Salud (SNS), universal, gratuito y con una amplia cartera de servicios, es eficiente. Con un gasto del 6% del Producto Interior Bruto bastante inferior al 8,5% de media en la Unión Europea ofrece una amplia cartera de servicios que llamó la atención del actual presidente de Estados Unidos. En plena campaña electoral, Barack Obama pidió a los miembros de su gabinete que se reunieran con el entonces ministro de Sanidad, Bernat Soria, para conocer las claves del buen funcionamiento de la sanidad española.

El mayor punto a favor de la Sanidad pública española reside en su carácter gratuito y universal, como recoge la propia Constitución. Ningún otro país del mundo tiene una cobertura sanitaria gratuita tan amplia como la española.

La cartera de servicios es de las más amplias que existen. Prácticamente sólo quedan fuera del sistema la mayoría de tratamientos dentales y el podólogo. Eso hace que muchos jubilados europeos opten por vivir de forma estacional en España. Pese a los recelos que ello suscita, sus países de origen devuelven el gasto que representan con creces. Pagan a España unos 2.400 euros por paciente, 1.000 más que lo que paga el Estado por cada español.

Más allá de la incorporación de los avances tecnológicos, la buena formación de los médicos y enfermeras españoles lleva a muchos países del entorno a reclamarles para ir a trabajar en sus centros. Les pagan mejor y les involucran más en la toma de decisiones.

Muchas comunidades autónomas evitan convocar oposiciones para la plantilla de médicos y enfermeras de la Sanidad pública. Eso genera la proliferación de contratos temporales que contribuye a que el profesional esté descontento, aunque las sociedades médicas insisten en que su vocación les lleva a ejercer con calidad su profesión.

Los médicos y enfermeras quedan exentos de la toma de decisiones. El sistema es monopolístico, no tiene herramientas para que el personal se sienta valorado.

A falta de un estudio de la necesidad de enfermeras y pese a que el Consejo general de Enfermería reclama más efectivos, Sanidad reconoció en marzo un déficit de 3.200 médicos, sobre todo de familia, pediatras y anestesiólogos, por este orden.

El hecho de que cada comunidad gestione su sanidad dificulta la cohesión del sistema. El Ministerio se escuda en la falta de personal. 

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