Por Jesús Aguado

El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, pidió el miércoles una modificación del régimen de las cuotas participativas que permita a las cajas captar capital en un momento de caída del negocio bancario y de fuertes aumentos de las provisiones que consumen los recursos de las cajas.

"Para apoyar contundentemente cualquier signo de recuperación de la economía española creemos que deberíamos contar con instrumentos más eficaces para captar capital en el mercado que las actuales cuotas participativas. Pedimos que sean un instrumento útil de verdad para captar recursos de verdad", dijo Quintás durante la presentación de las cifras anuales de las cajas correspondientes a 2009.

A 30 de junio, las cajas terminaron con un 'core capital' del 7,1 por ciento desde el 6,9 por ciento a finales de 2008.

Las nuevas exigencias de Basilea barajan que se pueda establecer en un 8 por ciento el requisito de capital básico.

Las cuotas participativas son instrumentos de capital que tienen derechos económicos pero no otorgan derechos políticos.

A diferencia de los bancos, las cajas no pueden acudir al mercado a realizar ampliaciones de capital para fortalecer sus recursos propios.

Quintás consideró que las cuotas participativas se habían visto con mucha desconfianza por algunas fuerzas políticas.

Entre otros inconvenientes citó el límite del 5 por ciento establecido para eventuales tenedores de cuotas participativas.

El máximo ejecutivo de las cajas insistió en la ineficiencia del actual instrumento y consideró que las cuotas deberían estar enfocadas "como un instrumento de captación de recursos propios en los mercados".

CAJAS O BANCOS EN PÉRDIDAS

El director general de la CECA, José Antonio Olavarrieta, reconoció que en el actual escenario de contracción del negocio bancario y de recesión económica algunas entidades podrían registrar pérdidas puntuales si bien serían capítulos aislados.

"Me parece bastante lógico el que en la situación actual de recesión tanto algunos bancos y algunas cajas puedan tener algún momento de pérdidas puntuales", dijo el director general de la CECA, José Antonio Olavarrieta.

En todo caso, el director general de las cajas consideró que "no estamos hablando de quiebras ni de procesos concursales" y vinculó las posibles pérdidas a la duración de la crisis.

Respecto la actual crisis económica, Quintás consideró necesario alcanzar una especie de pacto de Estado entre las distintas fuerzas políticas para salir de la actual situación.

RESULTADOS DE 2009

El beneficio atribuible de las cajas de ahorros se redujo en un 34,2 por ciento a 4.426,2 millones de euros en 2009 debido al fuerte aumento de las dotaciones en un contexto marcado por el deterioro de la calidad crediticia.

Las pérdidas por deterioro de activos del año pasado se incrementaron en comparativa interanual en un 14,5 por ciento a 9.751,4 millones de euros, apartado en el que se incluyen las dotaciones por insolvencias destinadas a cubrir la morosidad.

Además, las pérdidas por deterioro de otros activos no financieros, en su mayor parte activos inmobiliarios, se incrementaron en un 269,6 por ciento a 2.316 millones de euros.

Según datos aportados por la CECA, las cajas cerraron 2009 con una morosidad del 4,86 por ciento desde el 3,68 por ciento de 2008 y del 5,02 por ciento de septiembre.

Olavarrieta consideró que en las cajas los fuertes aumentos de la morosidad ya se habían registrado a mediados del año pasado debido a que estas entidades tenían una fuerte exposición en su negocio hipotecario al sector inmobiliario.

No obstante, el director general de la patronal de las cajas reconoció que en 2010 la morosidad iba a seguir crecimiento, aunque a un menor ritmo.

En el actual escenario de caída del negocio bancario más de la mitad de las cajas de ahorros se encuentran inmersas en distintos procesos de fusión en un intento por reducir costes.