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El presidente serbio intervendrá en la reunión del Consejo de Seguridad sobre Kosovo

EFE

El presidente de Serbia, Boris Tadic, intervendrá el próximo 16 de enero en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la cual se discutirá el último informe del secretario general de la organización internacional sobre la misión enviada a la provincia serbia de Kosovo.

Así lo anunció hoy el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador libio Gidalla Ettalhi, durante la presentación del programa mensual del máximo órgano de Naciones Unidas.

Ettalhi dijo que los quince miembros del Consejo recibieron hoy una carta en la que Tadic pide participar en la reunión, en la que se discutirá el informe sobre el desempeño de la misión de la ONU en Kosovo (UNMIK), que administra el territorio desde la guerra de 1999.

El diplomático libio recordó que el tema de esa reunión es estrictamente el informe cuatrimestral sobre UNMIK presentado el pasado lunes por el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, aunque no descartó que la presencia del presidente serbio la transforme en una debate sobre el futuro de la provincia serbia de mayoría albanesa.

"La reunión es sobre UNMIK, lo que no quiere decir que algunos de los Estados miembros decidan tocar otros temas", apuntó.

La inesperada petición de Tadic podría implicar el regreso a la ONU de las discusiones sobre el estatus futuro de Kosovo tras la reunión del pasado 19 de diciembre del Consejo de Seguridad, en la que sus miembros fueron incapaces de reconciliar sus opiniones.

Rusia mantiene que el futuro de Kosovo solamente puede decidirse con el visto bueno de Serbia, que se opone al plan de independencia supervisada aconsejado por el antiguo mediador de la ONU, el ex presidente finlandés Martii Ahtisaari.

Por su parte, EE.UU. y sus aliados europeos consideran que la falta de acuerdo entre Belgrado y Pristina, con la que acabó el reciente proceso de negociación mediado por una troika internacional, demuestran la inutilidad de continuar con ese diálogo.

El punto muerto en el seno de la ONU abrió el escenario a la intervención de la Unión Europea (UE), que en diciembre acordó enviar una misión civil a Kosovo con la vista puesta en una posible declaración unilateral de independencia.

En el informe, que se debe discutir en la reunión del 16 de enero, el secretario general advierte que existe un "grave riesgo" de que la incertidumbre sobre el futuro de Kosovo ponga en peligro el progreso logrado en el territorio desde 1999.

Ban apunta que "no es probable que pueda sostenerse el status quo" en el territorio, ante el deseo de la población de disipar las dudas sobre su futuro.

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