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El primer ministro italiano recibe el apoyo de las instituciones europeas a su programa de reformas

EFE

El primer ministro italiano, Mario Monti, recibió hoy el apoyo de las instituciones europeas para llevar a cabo las reformas que necesita su país con el fin de hacer frente a la grave crisis de la deuda y relanzar la economía para recuperar de este modo la confianza de los mercados.

Monti se reunió en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para presentarles su programa de reformas, en el que profundizará el viernes en Roma con el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.

Tras afirmar que hará "todo lo que pueda para poner a Europa en el centro de la actividad" de su Gobierno, prometió aplicar plenamente los acuerdos de las últimas cumbres de la eurozona y de la UE y respetar los compromisos asumidos por su predecesor, Silvio Berlusconi, incluido el equilibrio presupuestario en 2013.

"Podemos llegar al fondo (...) al corazón de las reformas estructurales en Italia", dijo Monti, en referencia a un programa que se basa en tres pilares: la disciplina fiscal, el crecimiento económico y la igualdad social.

El primer ministro italiano se mantuvo en un segundo plano en sus dos comparecencias ante la prensa, en las que Barroso y Van Rompuy destacaron su capacidad para encarrilar la economía italiana hacia la senda de la consolidación fiscal y presupuestaria y la reducción de la deuda pública, del 120 % del PIB, el doble de lo permitido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE.

Los dos dirigentes europeos conocen al ex comisario desde hace muchos años y quizás por eso no se habló muy en profundidad de los problemas de Italia y de medidas concretas, algo que Monti deja para su entrevista con Rehn, como reconoció.

Van Rompuy considera que todos los Estados miembros de la UE se beneficiarán de la "impresionante experiencia" de Monti y de su visión de Europa. "Es un activo para todos nosotros", aseguró.

Barroso calificó al primer ministro como una persona "comprometida, competente y experimentada" en la que confía plenamente y por ello se mostró convencido de que Italia superará la difícil prueba de la crisis de la deuda con un esfuerzo sostenido.

Pese a estas alabanzas, el presidente de la Comisión afirmó que el Gobierno italiano tiene una "responsabilidad histórica" por delante y que los ojos de Europa y del mundo están puestos sobre el país.

En momentos en el que su prima de riesgo ronda los 500 puntos básicos, la situación de Italia "sigue siendo difícil", subrayó Barroso, quien añadió que "se trata de un gran desafío, pero nadie está esperando milagros. Se necesita un esfuerzo sostenido".

En esa línea, insistió en que los países más expuestos a la volatilidad de los mercados deben hacer un esfuerzo en materia de consolidación fiscal y reformas estructurales para crear perspectivas de crecimiento.

"Italia -precisó- debe esforzarse para recuperar la confianza de los inversores", pues en los mercados se refleja que todavía hay preocupaciones con respecto a la tercera economía europea.

Por su parte, Van Rompuy también dijo confiar "plenamente en la capacidad del primer ministro para ejecutar su ambicioso programa de reformas. No es sólo importante para Italia, sino también para el conjunto de la eurozona".

Por esa razón, la Comisión Europea supervisa el cumplimiento de las reformas por parte del Gobierno italiano, que Monti dijo que aceptada sin "segundas intenciones".

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