Este artículo se publicó hace 11 años.
Es primordial un cambio radical en las políticas económicas y sociales
Nunca un Primero de Mayo ha estado más cargado de razones para la movilización: 6.200.700 personas en paro (el 27,1% de la población activa, el 57% de los jóvenes menores de 25 años), más de la mitad de estos trabajadores no perciben ningún tipo de prestación económica y hay casi dos millones de familias que tienen a todos sus miembros en paro. A ello hay que sumar que el Producto Interior Bruto (PIB) ha caído un 1,4% en 2012, el consumo y la inversión continúan su declive, los salarios de los trabajadores caen en barrena mientras los beneficios empresariales no paran de aumentar... Es una larga lista que muestra el fracaso de las políticas de recorte.
No tienen límite. Ya han anunciado, como si fueran meros contables, y no el Gobierno de la Nación, más paro y más recesión para los próximos cuatro años.
A pesar del incuestionable fracaso de las políticas económicas, tanto de la Unión Europea como de los gobiernos nacionales, continúan dando satisfacción a los intereses de los mercados y las entidades financieras, profundizando más en la crisis económica y social, y poniendo en el centro de sus políticas al déficit y no a las personas y a la recuperación económica.
Unas políticas que están ahogando a la población por alcanzar el objetivo principal de déficit planteado por las instituciones europeas, que es, sencillamente, imposible de cumplir. Por cada décima reducida ha aumentado el paro en casi 300.000 personas. Este empecinamiento de Berlín, amparado por el Gobierno de nuestro país, está condenando a la sociedad española a la pobreza, a la desigualdad y al desempleo.
Por cada décima del déficit reducida ha aumentado el paro en casi 300.000 personas Y con esta doble vara de medir, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, considera inaceptables las cifras de paro en España, pero impide que se levante el pie del acelerador del ajuste.
¿Por qué Alemania es el modelo para luchar con éxito contra la recesión? El 20% de su población vive por debajo del umbral de la pobreza. Nosotros no podemos seguir ese sendero de trabajos (los minijobs) de empleos sin derechos y asistidos porque traerá como consecuencia que los jóvenes de hoy, que pierden en España y Alemania, perderán también cuando lleguen a edad adulta y madura porque les van a imposibilitar acceder a una pensión.
De ello es muy consciente el movimiento sindical europeo, que coincide con las organizaciones sindicales españolas. Las mismas que estamos en el punto de mira porque representamos un muro en la defensa del modelo de convivencia de nuestro país. Pero somos un objetivo intermedio, el objetivo final son los derechos fundamentales y sociales. De eso saben los británicos, la TUC es el segundo sindicato de Europa, después de la DGB alemana, pero Margaret Thatcher acabó con los transportes y la sanidad pública de su país.
En este Primero de Mayo los trabajadores reclamaremos invertir las prioridades, cambiar la triple A -Austeridad más Austeridad más Austeridad- por Austeridad (con plazos más generosos), Solidaridad y Estímulos económicos para la creación de empleo.
Ése es el camino a recorrer, apostar por el empleo, por las personas y por un plazo razonable de tiempo para resolver también el problema del déficit. Y no obsesionarse y recortar gasto público, hacer reformas laborales que significan una reducción drástica de los derechos de los trabajadores y de la protección social, e incrementar los poderes empresariales, provocando más y más despidos.
El objetivo final son los derechos fundamentales y sociales En este Primero de Mayo haremos valer nuestras propuestas, defender a los 4.000.000 de trabajadores que pueden quedarse sin convenio colectivo y que pueden verse abocados más pronto que tarde a cobrar el Salario Mínimo Profesional; pedir la reversión de la reforma laboral del despido y más protección social para los desempleados.
Exigiremos, con mucha rotundidad y de manera multitudinaria, un cambio de rumbo radical en las políticas económicas y sociales y un gran pacto político y social a favor del empleo y del crecimiento económico, sustentado en la cohesión y la igualdad, que promueva el tan necesario cambio de modelo productivo y el mantenimiento y profundización en los servicios y prestaciones del Estado de Bienestar.
Basta ya de ajustes y recortes baldíos, de favorecer a los que nos han llevado a esta situación y de abandonar a los que están padeciendo la crisis, de denostar la democracia y de las pretensiones involucionistas del poder público.
Este Primero de Mayo tenemos que mandar un mensaje inequívoco y unánime al gobierno español y a Europa: el pueblo español, los trabajadores no nos resignamos. Defenderemos nuestros derechos.
Buen Primero de Mayo
*Cándido Méndez es Secretario General de UGT
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