La policía italiana logró atrapar al número dos de la mafia siciliana tras arrestar a varios miembros destacados, generando problemas de solidez en el liderazgo del grupo que solía aterrar a Italia.

Domenico Raccuglia, que estuvo prófugo durante casi 15 años, fue sorprendido por los agentes del orden público mientras veía la televisión en las afueras de la ciudad de Trapani, Sicilia, el domingo por la noche.

"El arresto de este jefe es otro paso en el desmembramiento de la jerarquía de la Cosa Nostra", dijo el senador Carlo Vizzini, en referencia a la mafia siciliana.

Raccuglia intentó escapar por una terraza pero fue detenido por policías enmascarados y trasladado a la capital de la isla, Palermo, donde fue acusado de asesinato, extorsión y robo armado.

El jefe de 45 años, cuyo apodo dentro de la mafia es "El Veterinario" debido a su pasión por los animales, fue condenado tres veces a cadena perpetua en juicios realizados en ausencia.

Raccuglia fue hallado culpable de secuestrar a Giuseppe Di Matteo en 1996. El joven, que en ese entonces tenía 13 años, fue estrangulado y su cuerpo fue disuelto en ácido para vengar a su padre, un ex miembro de la mafia que colaboró con la policía.

Actualmente se cree que la mafia siciliana está encabezada por Matteo Messina Denaro, quien proviene de la misma área de Sicilia donde fue capturado Raccuglia.

"Raccuglia tuvo un importante papel en el intento de la Cosa Nostra de reorganizarse", dijo el juez Antonio Ingroia.

"Esto seguramente creará otro vacío en la organización", dijo Ingroia, quien trabajó junto a los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, ambos asesinados por la mafia en ataques con bomba en 1992.

La cúpula, o jerarquía, de la mafia siciliana, que recauda la mayor parte de su dinero mediante la extorsión, ha estado en caída libre desde mediados de la década de 1990, cuando la policía comenzó a arrestar a sus jefes más enigmáticos y carismáticos, como Salvatore "La Bestia" Riina, Bernardo Provenzano y Salvatore "El Barón" Lo Piccolo.

Messina Denaro, de 51 años y apodado "Jefe Playboy" por su afición a los coches veloces, las mujeres y los relojes de oro, está prófugo desde 1993.