Los productores musicales ven en el control del uso de Internet la solución a la piratería

La música es uno de los valores de ocio más importantes para los jóvenes españoles, aunque pocos están dispuestos a comprarla, apunta el estudio sobre hábitos musicales de los productores de música españoles (Promusicae), que ven en el control de Internet el principal objetivo para combatir la piratería.

En este informe cualitativo, realizado por la empresa de estudios sociológicos GFK a partir de entrevistas abiertas a una treintena de estudiantes de entre 15 y 24 años, explica que la música es la segunda opción de entretenimiento para los jóvenes, aunque el gasto en ella es mínimo.

Prefieren la gratuidad de los sistemas p2p ("peer to peer", que comparten archivos de usuario a usuario a través de Internet), a la compra del CD, que es para ellos un soporte caro y obsoleto, según explica el estudio, o a las opciones legales en la Red, que prácticamente desconocen.

Es por ello que Promusicae considera que España "está volviendo a incurrir en los errores cometidos con la lucha frente al Top Manta", ante "el crecimiento exponencial de descargas ilegales en España que en 2007 superaron los 1.200 millones de canciones", ha explicado hoy Antonio Guisasola, presidente de Promusicae, quien considera que "la piratería digital sigue sin estar en la agenda del Gobierno".

Y es que en este informe se destaca que los jóvenes saben que el p2p es ilegal, pero "se sienten impunes" ante posibles castigos y sólo ven delito en las descargas relacionadas con actividades con ánimo de lucro, como la venta, y no tanto en la descarga personal o el hecho de compartir archivos.

El corte del acceso a Internet es recibido por los entrevistados como "castigo efectivo", por tanto la solución pasaría por un sistema de avisos y desconexión ante un mal uso de Internet, "al estilo del carné por puntos", ha apuntado Guisasola, quien ha recordado que España ha vuelto a entrar en la llamada sección "Especial 301" de la legislación de comercio de Estados Unidos, la "lista negra de los países que no combaten la piratería".

A pesar del importante volumen en España de descargas para móviles, que suponen el 70 por ciento del mercado digital español, Antonio Guisasola lo ve como una moda que ofrece un producto más caro y de menor calidad y, apoyándose en el estudio de GFK, considera que los jóvenes consumidores "perciben este servicio con rechazo y desengaño" al encontrarse con canciones incompletas y a menudo no originales y por ello "las cifras de compra de canciones por móvil está descendiendo".