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Programa de abstinencia ayuda a adolescentes a posponer sexo

Reuters

Por Anne Harding

La educación sexual sólo enbase de la abstinencia puede funcionar si utiliza estrategiasconocidas para ayudar a los adolescentes a cambiar susactitudes ante otras conductas de riesgo, como fumar y beberalcohol, indicó un nuevo estudio.

Niños afroamericanos de sexto y séptimo grado quecompletaron el programa de ocho horas, con actividades cortas yjuegos, fueron un tercio menos propensos a empezar a tenerrelaciones sexuales los siguientes dos años que un grupo quecompletó un programa similar sobre salud no orientado al sexo.

"La evidencia es sólida y es nueva porque nunca se habíaprobado algo así", dijo el doctor John B. Jemmott III, de laUniversity of Pennsylvania, en Filadelfia, que dirigió y diseñóel programa con su esposa, la doctora Loretta S Jemmott, y sucolega Geoffrey T. Fong, de la University of Waterloo, enOntario.

A pesar de la enorme cantidad de dinero que Estados Unidosdestinó a promover los programas de abstinencia hasta elmatrimonio, sólo hubo algunos estudios sesgados sobre laefectividad de ese tipo de métodos.

Estos programas federales, lanzados durante el mandato delex presidente Bill Clinton a instancias del Congreso, siguenguías sobre la importancia de la abstinencia hasta elmatrimonio y destacan efectos físicos y psicológicos dañinosdel sexo prematrimonial y los hijos fuera del matrimonio.

"No instan a comprender la motivación adolescente paratener relaciones o elegir la abstinencia, que es lo que se usóen esta intervención", dijo John Jemmott.

El equipo diseñó el programa con técnicas que ayudan a losadolescentes a evitar las conductas de riesgo, como eltabaquismo, el consumo de alcohol y la drogadicción.

Las clases fueron grupales, con seis a 12 niños querealizaron actividades como enumerar los pros y contras de laabstinencia versus los de tener relaciones sexuales.

"Esta actividad se realiza dentro de una intervención quecomienza con una consideración de cuáles son las metas y lossueños, dónde se ven en los próximos cinco años y 10 años",explicó Jemmott.

Los autores dividieron a 662 niños en varios grupos: unoparticipó del nuevo programa, otro en uno de ocho horas "sólode sexo seguro" para promover el uso del preservativo, otro enun programa de entre ocho y 12 horas que combinaba ambosenfoques, y un grupo de control en el que se daban ocho horasde clases de salud, pero sin referencia a la educación sexual.

Un tercio de los 132 niños y niñas que participaron delprograma de abstinencia empezó a tener relaciones los 24 mesesposteriores, a diferencia de la mitad de los 129 participantesdel grupo de control.

El 20 por ciento del primer grupo dijo que había tenidorelaciones en los tres últimos meses, a diferencia del 30 porciento del grupo control.

Una crítica a los programas de abstinencia hasta elmatrimonio es que desalientan el uso del preservativo, lo queexpone a los participantes al riesgo de contraer enfermedadesde transmisión sexual si deciden tener relaciones, indicóJemmott.

Pero el nuevo estudio no identificó evidencias de que lapromoción de la abstinencia afecte de alguna manera el uso delpreservativo. Los estudiantes fueron levemente menos propensosa tener parejas múltiples que el grupo de control.

FUENTE: Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine,febrero del 2010.

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