El PSOE está en un callejón con muy complicadas salidas, tras el órdago del fin de semana con la Declaración de Zaragoza y su propuesta abierta de reforma de la Carta Magna como solución al conflicto con Catalunya y por buscar un nuevo campo de juego.

El nuevo ninguneo de Marino Rajoy en la sesión de control de este miércoles a dicha propuesta, la postura de la Fiscalía General del Estado de querellarse contra Artur Mas y la soledad en la que se encuentran los socialistas en cuanto al apoyo de otros grupos políticos de la Cámara Baja, sobre si ahora es el momento de abrir la Carta Magna, ha hecho a la dirección del partido reflexionar.

Según fuentes de la dirección federal del PSOE los socialistas no tomarán una decisión sobre cómo plantean seguir con esta iniciativa de reforma de la Constitución(que a día de hoy tiene todas las puertas cerradas) hasta escuchar el posicionamiento del presidente de la Generalitat, Artur Mas, el próximo martes, 25 de noviembre.

Si la decisión de Mas es convocar nuevas elecciones en Catalunya, la opinión en la dirección del partido es abandonar cualquier propuesta de modificación constitucional. Según fuentes consultadas, no tendría sentido ni por tiempos legislativos, ni por el proceso electoral que pudiera emprender Mas, empezar a abrir este debate. No obstante, el PSOE seguirá manteniendo como bandera este discurso político.

De no ser así, es decir, si Mas decide aguantar la legislatura en Catalunya, los socialistas siguen empeñados en registrar en el Congreso, con alguna fórmula que aún no está concretada, su propuesta de una subcomisión en el marco de la Comisión Constitucional, para abrir los trabajos de reforma de la Carta Magna.

El PSOE se aferra a esta propuesta, aunque cada vez es más consciente que cuenta con muy pocas posibilidades de que tenga éxito, pero sigue pensando que tarde o temprano se abrirá paso como la única salida posible, algo que siempre argumentó el ex secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba.

Los socialistas tomarán la decisión a lo largo de la próxima semana, y en el seno del partido hay muchas posiciones divergentes, aunque la mayoría se inclina porque, una vez fijada la estrategia, no queda más que sostenerla.

En Ferraz, no obstante, se piensa que la llamada Declaración de Zaragoza, era necesaria para posicionar al partido y fortalecer a Pedro Sánchez, aunque ya del desarrollo posterior de los acontecimientos nadie se hace responsable.