La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, ha hecho hoy un llamamiento para que los vascos y los gallegos acudan a votar el próximo domingo y "la abstención no decida por ellos", convencida además de un respaldo mayoritario a los postulados socialistas en ambas comunidades.

En rueda de prensa después de la reunión de la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal del PSOE, Pajín ha mostrado su seguridad en que "la que gana es la democracia" si hay una participación masiva en los comicios del 1 de marzo.

Con la "plena confianza" de que los ciudadanos acudirán a su cita con las urnas, Pajín ha argumentado que, "a pesar de que a algunos les gustaría", los vascos y los gallegos "no van a dejar que la abstención decida por ellos".

Pajín ha hablado también de las encuestas conocidas en los últimos días, que tienen, según ha dicho, el denominador común de apuntar a un "ascenso claro" del PSOE en las dos comunidades.

En el País Vasco, ha agregado, los sondeos dejan claro que "el cambio es absolutamente posible" y que la mayoría de los vascos se inclinan por un nuevo tiempo político de entendimiento y colaboración, donde los problemas de los ciudadanos sean la prioridad.

"Y no otros temas, que lejos de solucionar los problemas parece que buscan más problemas", ha añadido.

Preguntada por posibles alianzas postelectorales, ha aclarado que será el PSE el que decida las coaliciones, si tuviera que hacerlas.

En cualquier caso, ha destacado que el objetivo de los socialistas es ganar las elecciones y ser un gobierno capaz de gobernar en solitario y tender la mano a todos los partidos democráticos.

Respecto a Galicia, se ha quejado de que el PP "tenga depositada toda su confianza en que la gente se quede en casa y no vaya a votar".

A su juicio, "es poco democrático tejer una estrategia electoral basada en que los ciudadanos ese día se queden en casa".

Frente a ello, ha prometido que el PSOE se va a seguir movilizando, multiplicando sus actos, con una campaña "calle a calle" para explicar cuál es el resultado de la gestión de la Xunta en la última legislatura y para pedir el apoyo de los ciudadanos para otros cuatro años más, a fin de consolidar los cambios.