'Era nuestro confesor. Nos fiábamos completamente de él, y nos ha engañado'. Con estas palabras se refería esta mañana Antonio Soria, uno de los cientos de miles de afectados por las participaciones preferentes, a su gestor bancario. Al trabajador o director de sucursal de turno que un día le llamó por teléfono y le propuso 'cambiar de cuenta' una cantidad determinada de dinero, prometiéndole grandes beneficios.

Sin conocer las consecuencias de su decisión Soria y otras 700.000 personas -según las cifras que maneja la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) cayeron en los últimos años en las redes de las acciones preferentes. Invirtieron en títulos ligados a los beneficios o las pérdidas de las entidades, creyendo poder engrosar sus cuentas, y sin conocer que podían perder gran parte o todo su dinero dependiendo de las fluctuaciones de los mercados. Con el estallido de la crisis, su situación se recrudeció.

Soria y otros dos de los afectados se han reunido esta mañana con un equipo del PSOE capitaneado por su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, para exponerle su problemática y para reclamar actuaciones que puedan aliviar su situación. Su principal objetivo es recuperar lo invertido en un producto financiero que desconocían.  Los socialistas, entre los que también estaba el responsable económico del partido en el Congreso, Valeriano Gómez, les explicaron que el pasado mayo, cuando el Congreso aprobó el real decreto de reforma financiera, el PSOE reclamó que durante la tramitación de la iniciativa como proyecto de ley se tratara de solucionar el problema de las preferentes. El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, se comprometió entonces a solucionar un asunto que definió como 'un gran engaño' y que está angustiando a los pequeños ahorradores. 

Pues bien, el PSOE ya ha puesto encima de la mesa su propuesta para ayudar a esos cientos de miles de afectados. Rubalcaba ha explicado esta tarde que su grupo presentará una enmienda a la reforma financiera para 'regular las operaciones de canje' de las preferenciales por otros productos financieros con el mismo valor que el dinero invertido. El diputado Antonio Hurtado, que es quien se encarga de la redacción de la enmienda, ha explicado a Público que lo que quieren los socialistas es que las preferenciales puedan convertirse en depósitos a un plazo fijo no superior a tres años, por el mismo valor nominal que se invirtió en su día. Proponen, asimismo, prohibir que las entidades puedan comercializar estos productos a inversores minoristas que desconocen el funcionamiento de los mercados. 

'Es un timo', ha lamentado Rubalcaba después de su encuentro con los representantes de los afectados que, a pesar de haberse celebrado a puerta cerrada, ha querido valorar por los testimonios que, ha dicho, le han trasladado estas personas que 'han sido engañadas'.