Queralt, una pionera

Queralt Castellet tiene 19 años y es una pionera. Lleva tres años recorriendo el mundo, de half-pipe en half-pipe, pegada a su tabla de snow-board, haciéndose un hueco entre las mejores especialistas del mundo, con sus trucos y sus piruetas. Lo hace sola porque ninguna otra española compite internacionalmente en esta especialidad, que premia las mejores acrobacias y maniobras sobre un semitubo de nieve con forma de U. "Espero empezar a recorrer mundo con alguna amiga", dice a Público Queralt que, el pasado sábado, cerró su temporada en la Copa del Mundo de Valmalenco (Italia).

La clasificación de la Copa del Mundo sitúa a la joven catalana entre las diez mejores especialistas del mundo concluyó décima, una excelente posición si se atiende al nivel del campeonato y al hecho de que Queralt es la única chica que forma parte del equipo español de free-style. Los cinco componentes restantes son chicos. "Estoy acostumbrada a estar sola y, en parte, me ayuda: es más fácil que me concentre en la competición", apunta Queralt, que este curso, en Japón, se proclamó subcampeona del mundo júnior de la especialidad.

Su soledad, dice, es normal. "Practicar este deporte en España es muy difícil: no hay instalaciones ni facilidades", explica la joven, también campeona de España. El suyo es un caso extraordinario. Se introdujo en el snowboard por tradición familiar su padres lo practicaban; su hermano Josep, miembro también del equipo nacional, detectó las cualidades de la pequeña para el half-pipe; y, luego, una fisura en dos vértebras y una lesión en el escafoides acabaron por decantarla, con 16 años, hacia esta modalidad.

Hasta entonces, Queralt combinaba las pruebas de cross-border con la gimnasia, la barra de equilibrio y el potro, especialides en las que llegó a conquistar algún título en su categoría. "En realidad cuenta la joven no tuve que elegir: la lesión en el escafoides me impedía hacer gimnasia pero no half-pipe". "Al cross-boder, le cogí miedo desde que me fisuré dos vértebras en una caída".

Todo lo demás vino rodado. La chica tenía cualidades, los técnicos las detectaron y sus padres la apoyaron, pese a lo que implicaba su decisión: dejar de verla durante parte del año y que sus estudios pasasen a un segundo plano. "Lo más importante es que nuestra hija sea feliz", asegura Josep, su padre, que ahora ya no tiene que costear la carrera de su hija gracias a sus resultados. Olímpica en su primer año, en Turín 06, volverá serlo en Vancourver 2010, su próximo objetivo junto al segundo de bachillerato. "Es lo que más me cuesta, pero no puedo dejar de estudiar", concluye Queralt.

El half-pipe es una modalidad olímpica del snowboard que se practica sobre una superficie nevada en forma de U entre cuyas paredes los deportistas realizan piruetas, saltos y figuras, conocidos por trucos, que los jueces evalúan según la dificultad. España cuenta con una única instalación, la que se acaba de construir en las pistas de La Molina.

"En la Copa del Mundo, las 10 primeras tenemos un nivel similar, pero a mí, como llevo menos tiempo practicando esta modalidad, me falta un poco de confianza en mis trucos", dice Queralt Castellet. "Pero estoy muy contenta de mi riding y de cómo he competido y evolucionado respecto al año pasado", añade la catalana, que se perdió tres pruebas de la Copa del Mundo por lesión. Así se explica que su ranking fuese peor que el curso pasado, cuando fue tercera.