Este artículo se publicó hace 13 años.
"Queremos cerrar un capítulo de nuestra historia"
Familiares de asesinados seguirán intentando sacarlos del Valle de los Caídos
Imposible no hay nada o casi nada. Desde luego que mantengo la esperanza. Sacarlos de allí es nuestro fin último". El tío abuelo de Silvia Navarro, José Antonio Marco Viedma, fue fusilado en la tapia del cementerio de Calatayud (Zaragoza) el 2 de septiembre de 1936. Era masón y estaba próximo a Izquierda Republicana. De hecho, Navarro asegura que era "muy amigo" del presidente de ese partido en la ciudad aragonesa.
Enterrado primero en una fosa común del camposanto bilbilitano, sus restos fueron a parar en la primavera de 1959 al Valle de los Caídos. Ese año, el dictador Francisco Franco inauguró este mausoleo, en el que luego reposarían sus restos, junto al del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera.
Denuncian que Franco trasladó allí a miles de fusilados "de forma ilegal"
En un principio, el monumento iba a servir para "perpetuar la memoria" de los "caídos" en la "gloriosa Cruzada", según recoge en su decreto fundacional. Al final, la falta de restos de miembros del bando vencedor, cuentan descendientes de represaliados por Franco, hizo que la cripta albergara también los cadáveres de miles de fusilados por los golpistas, que fueron trasladados a este recinto de forma ilegal.
"Sabemos que es difícil que podamos recuperar sus cuerpos, pero hoy en día existen técnicas muy avanzadas de identificación", dice Navarro. Asegura, no obstante, que el informe de la comisión de expertos, que concluye que es imposible devolver a sus familiares los restos de los republicanos enterrados en el Valle, no le ha sorprendido.
Paco Cansado, que busca en Cuelgamuros los restos de su abuelo José Cansado Lamata, asesinado en Ateca (Zaragoza) en septiembre de 1936, cree que hace falta "más voluntad política" para devolver a sus familiares los represaliados por el franquismo sepultados en el Valle de los Caídos. "Lo que queremos es sacar a los nuestros. No nos tenemos que reconciliar con nadie porque no nos hemos peleado con nadie. Sólo queremos cerrar un capítulo de nuestra historia", explica.
"Sacarlos es nuestro fin último", dice la sobrina nieta de un represaliado
La de Cansado, como la de tantos otros, es una lucha contra reloj para que su progenitor, que tiene ahora 80 años, pueda enterrar de una manera digna a su padre, que era jornalero y que fue asesinado por su afiliación política como concejal socialista y secretario de UGT en Ateca.
El abuelo de Maribel Luna, Aquilino Baragaño Montes, es otro de los miles de republicanos trasladados al Valle de los Caídos a finales de los cincuenta. Era minero y fue fusilado en el pueblo asturiano de Salas el 22 de marzo de 1937. Su nieta cuenta que "era un anarquista, valiente y revolucionario". Afiliado a la CNT, destacó en las revueltas mineras y también participó en la revolución de Asturias de 1934. Luna comenzó a indagar la historia de su abuelo hace varios años. En el Archivo Histórico de Oviedo comprobó que su cuerpo había sido exhumado de un prado al que había sido arrojado junto a otros represaliados tras ser fusilado. El 2 de julio de 1959 lo trasladaron de manera ilegal al Valle de los Caídos. Luna, que no pierde la esperanza de dar a su abuelo un entierro digno, arroja ahora su rabia contra el Gobierno socialista, al que acusa de haber "engañado" a los descendientes de las víctimas. Con el futuro, tampoco es optimista: "El PP no va a hacer nada por sacar a los nuestros del Valle".
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