Este artículo se publicó hace 13 años.
La radiactividad supera el límite a 30 kilómetros de la central nuclear
La radiación supera el límite permitido en una ciudad que está fuera del perímetro de 30 kilómetros de la central nuclear de Fukushima donde el Gobierno japonés ha aconsejado a los residentes no salir al exterior, informa hoy la televisión pública NHK.
En la localidad de Namie, a poco más de 30 kilómetros al noroeste de la planta Fukushima Daiichi, se detectaron 10,3 milisieverts por hora, según la cadena de televisión pública.
El Gobierno japonés ha colocado en 10 milisieverts por hora el límite desde el que aconseja a las personas permanecer a resguardo en sus casas y no salir al exterior.
No obstante, la Agencia para la Seguridad Nuclear de Japón indicó que, como ese nivel de radiactividad está muy limitado a una zona concreta, no variará las recomendaciones de evacuación alrededor de la accidentada planta nuclear.
El Ejecutivo evacuó a los residentes en un radio de 20 kilómetros de la planta nuclear y recomendó a quienes vivan en hasta 30 kilómetros que permanezcan a resguardo o se vayan de sus casas ante la dificultad para conseguir avituallamientos.
No obstante, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) llegó a aconsejar la semana pasada la evacuación del pueblo de Itate, a 40 kilómetros de la central, por los elevados niveles de radiación registrados si bien al día siguiente señaló que retornaron a los límites permitidos.
Además, según la agencia Kyodo, las autoridades de Fukushima (noreste de Japón) comenzaron hoy a medir la radiación en 1.400 guarderías y colegios de la provincia ante el inicio del año escolar, que en Japón comienza en abril.
La medida se toma a petición de los padres, preocupados por saber si sus hijos podrían ir andando al colegio o jugar en el patio en las cercanías de la maltrecha planta nuclear, operada por la empresa TEPCO.
Desde el terremoto del 11 de marzo y el tsunami que anegó la planta nuclear con olas de hasta catorce metros, operarios de TEPCO luchan día y noche por devolver la refrigeración a los reactores de Fukushima, pero sus tareas se enfrentan a constantes problemas.
Ahora el más acuciante es el agua radiactiva que inunda varios edificios de la central e identificar la ruta de una filtración al mar de agua altamente contaminada que podría proceder del núcleo del reactor 2.
Desde ayer Tokyo Electric Power (TEPCO) está arrojando al mar unas 11.500 toneladas de agua radiactiva procedente de depósitos especiales y del sótano de los reactores 5 y 6, las únicas de las seis unidades de la central que están por ahora controladas.
Ese agua excede cien veces el límite legal de yodo-131, un nivel relativamente bajo en comparación con el del agua que inunda algunas áreas de la planta nuclear, con una radiación hasta 100.000 veces superior a lo permitido, según las autoridades niponas.
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