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Rajoy aboga ante el Apóstol por una senda de unidad que haga fuerte a España

EFE

El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy, durante su invocación al Apóstol Santiago, que así como el mundo afronta de nuevo "incertidumbres" y Europa "decisivas encrucijadas", España "busca una senda de unidad que la haga fuerte frente a las adversidades".

Rajoy asistió hoy acompañado por el Comité Ejecutivo Nacional del PP a la Misa del Peregrino en Compostela, "epicentro del renacimiento en momentos de dificultad", dijo al comienzo de su ofrenda al Apóstol, en la que pidió protección y reiteró el compromiso del partido con España que es, subrayó, "una realidad, una historia y un futuro comunes".

"Creemos asimismo que hay un deseo que vincula a los hombres y pueblos de nuestro país, me refiero al deseo de un sosiego en el que predomina el sentido común que caracteriza a nuestra gente, en cuya sabiduría se encuentran las respuestas que debemos dar ante las dificultades y en cuya unidad debemos encontrar siempre el común denominador que nos permita avanzar", indicó.

El presidente del PP recordó además que los problemas "no son nuevos". ni tampoco el espíritu de superación que atesora la mayoría de los españoles, y expresó su convicción de que la acción política puede servir de "catalizador" a esas energías que servirán para seguir avanzando.

Para ello, continuó, la política ha de ser "un tronco" hecho de convicciones fuertes y de "ramas que se elevan dispuestas a recibir los aires de la innovación".

Durante su intervención utilizó la lengua gallega para asegurar que, como el río Miño, "nuestra nación se enriquece con afluentes, culturas y personalidades diversas, y ninguna de ellas pierde su fuerza por formar parte de la corriente común", como en Galicia.

"La pervivencia del Camino de Santiago demuestra que no son los particularismos cerrados los que perduran en el tiempo, sino las empresas colectivas", insistió Rajoy, para quien esta idea que aúna a los peregrinos de procedencias dispares "es la que precisa la España de hoy", para lo que expresó su disposición para "crearla con la ayuda de todos los españoles".

En este sentido, evocó el "largo peregrinaje" del PP, en el que ha ido incorporando en cada etapa el "enorme bagaje" de principios, ideas y ambiciones que se resumen en una "fe indeclinable en el porvenir de nuestra nación".

"España es el resultado de vivir y trabajar juntas generaciones del pasado y del presente", subrayó Rajoy, quien pidió además al Apóstol ayuda para "no desfallecer" en la tarea y "hacer de la política una actividad noble al servicio del bien común".

En su homilía de respuesta a la ofrenda, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, abogó por que "cada uno hagamos aquello que está en nuestras manos" para "mejorar la situación en la que nos encontramos", en concreto por "quien es capaz de encender una humilde cerilla" y no por aquellas personas que se están "lamentando en la oscuridad".

La celebración religiosa, a la que asistieron, entre otros, el presidente de honor del PP y senador Manuel Fraga, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, o los presidentes de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; Madrid, Esperanza Aguirre y Comunidad Valenciana, Francisco Camps, así como el alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón, concluyó con el tradicional vuelo del botafumeiro y el abrazo al apóstol por los dirigentes políticos.

Seguidamente, todos ellos abandonaron el templo por el Pórtico de la Gloria y cruzaron la Plaza del Obradoiro, donde se tomó la fotografía de familia del PP antes de comenzar la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del partido en un hotel compostelano.

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