Este artículo se publicó hace 15 años.
Rajoy acusa a Zapatero de "faltar al respeto" a los padres y a sus hijas
El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha acusado hoy al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de "faltar al respeto" a los padres y a sus hijas.
Rajoy, en un acto con alcaldes y militantes del partido en la localidad vallisoletana de Peñafiel, se ha referido de este modo a las declaraciones que ayer efectuó Zapatero sobre la reforma de la ley del aborto que el Consejo de Ministros ha aprobado y que está pendiente de que comience a tramitarse en el Congreso.
El presidente del Gobierno defendió que las adolescentes de 16 y 17 años puedan abortar sin el consentimiento de los padres con el fin de evitar que ejerzan "una interferencia determinante".
En opinión de Rajoy, estas palabras "revelan el sentimiento y el concepto que tiene de un padre y de un madre" el jefe del Ejecutivo.
Por ello, ha calificado su afirmación como "una falta de respeto" a los propios padres y a las niñas que, si se han de decidir si abortan o no, ante todo necesitan "cariño, afecto y apoyo".
El anteproyecto para la reforma de la ley del aborto sitúa en los 16 años la mayoría de edad de una chica para optar por la interrupción del embarazo, y puede hacerlo, según la normativa, sin el consentimientos de sus padres.
Terminada la alusión a esta iniciativa del Gobierno, que para Rajoy está planteada con el fin de "distraer de lo importante", la crisis económica, el líder del PP ha pedido la implicación de los militantes para lograr que su partido gane las elecciones europeas del 7 de junio para comenzar el camino hacia "el cambio" de Gobierno, una situación que, ha dicho, se producirá pronto.
Al tiempo que ha reclamado la importancia de una fuerte presencia en Europa, pues en la Unión se adoptan decisiones determinantes para sectores como la agricultura, Rajoy ha trazado los objetivos "fundamentales" de su organización en el proceso electoral: sentar las bases para salir de la crisis y defender los intereses de España en la UE.
La situación actual de la economía la ha provocado, ha destacado Rajoy, "la incompetencia" del Gobierno, lo que en su opinión contrasta con las gestiones del PP cuando ocupó el poder en 1996 para remontar la crisis de entonces.
"Hay que hacer lo contrario de lo que se hace. Vivimos del anuncio, de la improvisación, del día a día. Lo hemos visto en el debate sobre el estado de la nación: primero se dice que sí a la reforma laboral, luego que 'donde dije digo, digo diego'", ha subrayado el presidente del PP en alusión al acuerdo que PSOE y CiU lograron en un primer momento para llevar a cabo la reforma laboral, un acuerdo que luego se deshizo.
Sobre otra de las medidas estelares del debate, la supresión de la deducción por compra de vivienda, Rajoy ha tildado con ironía de "artista" al artífice de la medida, ya que no ha tenido en cuenta al plantearla que "la gente no se compra una vivienda porque está en paro".
Por ello, ha exigido "arreglar" que los ciudadanos puedan trabajar y que "los bancos funcionen como bancos y den créditos". "Pero -ha matizado acto seguido- de eso no se ocupa el Gobierno".
Las premisas de Rajoy para dejar atrás la crisis son la austeridad en la administración, favorecer el flujo de créditos, propiciar que las instituciones públicas paguen sus deudas con los proveedores, empezar la reforma fiscal, acometer reformas estructurales, ayudar a los jóvenes a conseguir un puesto de trabajo y la reforma del mercado de trabajo.
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