Rajoy mete la corrupción en su agenda de campaña

El líder del PP, Mariano Rajoy, hizo ayer campaña en Bilbao y decidió meter en la carrera del 7-J una subvención millonaria de la Junta de Andalucía a una empresa minera en la que trabaja la hija del ex presidente Manuel Chaves. En medio del escándalo por el caso Gürtel, con media docena de dirigentes del PP imputados y con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en el punto de mira judicial, el PP ha decidido agarrarse a un clavo ardiendo y aprovechar las supuestas irregularidades cometidas por los socialistas para dar un empujón a la última semana de campaña.

Rajoy no dejó lugar a dudas al referirse al presunto escándalo que afecta al vicepresidente del Gobierno: "Este partido no va a abandonar este tema ni va a aceptar que el mero transcurso del tiempo pueda hacer que quede en el baúl de los recuerdos".

El presidente de los conservadores pide cuentas sobre el Falcon

Rajoy recordó que la información de El Mundo apunta a que Chaves dio una subvención de diez millones de euros a Minas y Aguas Teñidas (Matsa), empresa en la que trabaja su hija, "después de modificar la normativa". A su juicio, estas noticias merecen una explicación en las Cortes. El líder del PP invitó al Ejecutivo a explicar "si ese código ético en alusión al Código de Buen Gobierno que han aprobado y del que tanto han presumido permite que una persona dé una subvención" de ese tipo.

Otro tema que sigue en la maleta electoral del PP es el avión militar empleado por Zapatero para acudir a un acto político en Sevilla. Para este caso, Rajoy también hizo una llamada al comportamiento ético reclamando al presidente del Gobierno que aclare si va a volver a repetirlo. De los escándalos de corrupción que afectan al PP, ni una palabra.

Los conservadores confían en que el caso del avión militar y el que salpica a Chaves les sirvan, al igual que ocurrió en las autonómicas del 1-M con la dimisión del entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, para dar una bocanada de aire a un partido en el que los escándalos se suceden.

Mayor no acudía al País Vasco desde la precampaña de las vascas

Rajoy se cuidó de no criticar a los socialistas cuando en su discurso tocó hablar de Euskadi. Se mostró "contento" con los primeros pasos que está dando la nueva mayoría parlamentaria que se formó en la Cámara vasca tras los comicios del 1 de marzo. Ni siquiera se quejó en público de que a su partido le hubieran denegado los permisos para realizar un acto electoral en las inmediaciones de las obras del AVE vasco. Simplemente se limitó a recordar a los socialistas que el PP es un partido "leal" que cumple con sus compromisos y que "no dice una cosa en un sitio y otra en otro".

Junto a Antonio Basagoiti

Jaime Mayor Oreja visitaba el País Vasco y se reunía con los integrantes de un partido del que fue presidente regional y que hoy, en manos de Antonio Basagoiti, ha sido clave para lograr el cambio político en Euskadi. La foto resultante, en la que podía contemplarse el pasado y el futuro del País Vasco, a excepción de María San Gil, contrastaba con la ofrecida durante la reciente campaña autonómica .

Mayor Oreja fue el gran ausente en los días previos a la cita electoral vasca. Ni siquiera estuvo presente en aquellos cuatro actos en los que Rajoy acudió a apoyar a Basagoiti. Solamente hizo acto de presencia en un acto de precampaña. En el partido interpretaron este gesto como un intento de no mezclar dos formas diferentes de hacer política dentro de una misma formación. Dos estilos que ayer compartieron escenario junto al presidente del partido.

Jaime Mayor volvió a hacer un discurso centrado en los valores y en la idea de que "el terrorismo está siendo vencido en el País Vasco" gracias a las personas que se movilizaron a raíz del espíritu de Ermua.

Antonio Basagoiti, que se refirió a Mayor como "amigo", instó a los vascos a votar al PP si lo que les importa es que Euskadi esté presente en Europa.