Este artículo se publicó hace 11 años.
Rajoy preside el Comité del PP ignorando su fractura y las peticiones de cambios
El presidente del Gobierno trasladará a los dirigentes un mensaje optimista para que recuperen a los votantes desencantados. Primera foto de Cospedal y Arenas después de que ambos declararan ante el juez Ruz por el 'caso Bá
Mariano Rajoy presidirá este lunes por la mañana el primer Comité Ejecutivo Nacional del PP del nuevo curso político. Nadie aguarda novedades con respecto al discurso que el presidente del Gobierno pronunció el sábado en Soutomaior (Pontevedra), durante la inauguración de este mismo curso 2013-2014, y que basó en tres pilares: mensaje de optimismo para todos los ciudadanos por la salida de la recesión económica y el principio de la recuperación, así como por el anuncio de una bajada de impuestos para 2015; mensaje de optimismo para su equipo porque el presidente apeló a la estabilidad y descartó cambios a corto plazo, y mensaje de optimismo para el PP porque apuntaló su convicción -siempre la ha tenido- de que el caso Bárcenas no alterará la recuperación del electorado que le ha abandonado en las encuestas si se confirman las buenas expectativas económicas.
Rajoy está dispuesto a ignorar el proceso judicial de Luis Bárcenas y quiere que los suyos también lo hagan, aunque en el PP reconocen que allí no lo tienen tan fácil: los nombres de los máximos dirigentes del PP -como María Dolores de Cospedal o Javier Arenas- protagonizan muchas informaciones sobre el caso Bárcenas y eso es difícil de ignorar, por mucho que el presidente se empeñe, sobre todo, para los parlamentarios y dirigentes regionales y locales conservadores, que se enfrentan a la calle y a la prensa a todas horas con la sombra de la corrupción encima.
Parlamentarios y dirigentes regionales y locales se enfrentan a la calle y a la prensa con la sombra de la corrupción encimaPrecisamente, este lunes se podrá ver la primera foto de Cospedal y Arenas juntos tras la declaración de ambos ante el juez Pablo Ruz a mediados de agosto y en donde -a falta de conocerse las palabras en su totalidad- la secretaria general del PP responsabilizó directamente a Rajoy y a Arenas de pactar con el extesorero la antológica "indemnización en diferido" que mantuvo a Bárcenas vinculado laboralmente al PP hasta -al menos- el pasado 31 de enero. Cospedal y Arenas se sientan, respectivamente, a la izquierda y a la derecha de Rajoy en la mesa del Comité Ejecutivo.
El contenido del discurso de Rajoy en el Comité, igual que el de Galicia, resulta pues, previsible: España va mejor y hay que contar que los planes del Gobierno están funcionado. El rescate a la economía española parece alejado definitivamente y Ejecutivo y PP van a poder abordar la segunda parte de la legislatura dando buenas noticias, como la bajada de impuestos para 2015 -que se anunciará en 2014, como afirmó el sábado el presidente-, que es, precisamente, el año de las próximas elecciones generales. Porque si nada de esto se le tuerce a Rajoy -con un alzamiento repentino de la prima de riesgo o con nuevos planes de recortes dirigidos por una Angela Merkel que ya habría revalidado su mayoría-, no habrá adelanto electoral.
El PP, pues, se reúne en aparente calma. Sobre todo, si dirigentes críticos como Esperanza Aguirre evitan hablar en el Comité para pedir lo que es un clamor en silencio en el seno del PP: cambios que permitan despojarse de las rémoras de la corrupción durante un proceso judicial que amenaza con alargarse tanto como la legislatura y que probablemente aún depare más de una sorpresa.
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