Los dos pilotos del equipo Red Bull-Renault, el alemán Sebastian Vettel y el australiano Mark Webber, dominaron las dos primeras sesiones de pruebas libres para el Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula Uno, en las que el español Fernando Alonso apuntó alto al ser quinto en ambas y que estuvieron eclipsadas por la intención de la asociación de equipos de segregarse y hacer un campeonato al margen de la FIA.

El radical desencuentro entre los equipos y la Federación Internacional apartó la atención todo el día de lo que sucedía en la pista de Silverstone, en donde los verdaderos protagonistas del espectáculo trataban de poner a punto los coches con los que afrontarán el domingo la octava prueba del Mundial.

Antes de salir a la pista Fernando Alonso y el resto de pilotos tenían más en la mente el anuncio hecho anoche por los equipos de segregarse de la FIA que en lo que tenían que hacer para llegar con las máximas garantías a la sesión de clasificación del sábado y la carrera del domingo.

"Es lo que menos tenemos en la cabeza ahora mismo, pero sí es verdad que hoy nos hemos entrenado", dijo con ironía Fernando Alonso poco después de acabar la jornada de trabajo.

Una vez instalados en sus habitáculos y con la visera de los cascos bajadas, Alonso y el resto de pilotos se centraron, ajenos a los que sucedía detrás de los garajes, en su trabajo. Y los mejores de la jornada fueron Vettel y Webber, los únicos capaces de bajar, tanto por la mañana como por la tarde, de un minuto y veinte segundos.

Sebastian Vettel, ganador este año del Gran Premio de China, fue el mejor en ambas tandas, siempre secundado por Mark Webber.

En la sesión de la mañana los hombres de Red Bull aventajaron a los dos de Brawn GP, el británico Jenson Button -líder destacado del Mundial y ganador de seis de las siete carreras disputadas- y el brasileño Rubens Barrichello, pero por la tarde los que acabaron más cerca de ellos fueron esta vez dos pilotos de los dos únicos equipos que no pertenecen a la asociación de escuderías de Fórmula Uno (FOTA): el alemán Adrián Sutil (Force India-Mercedes) y el japonés Kazuki Nakajima (Williams-Toyota).

Alonso, que en esta carrera estrena un difusor trasero y un alerón delantero mejorado respecto al que desechó el domingo del Gran Premio en Turquía, se encontró esta vez cómodo en su R29 toda la jornada y fue el mejor entre los 'grandes' que no acaban de dar con el rumbo. Acabó quinto en ambas sesiones.

"Los viernes siempre es difícil hacer un cálculo o estimación de dónde estás, pero el coche ha ido razonablemente bien", explicó Alonso, que no tuvo que hacer muchos cambios en los reglajes de su coche.

Alonso acabó el día con cierto optimismo porque su equipo se evitó hacer cambios radicales durante la jornada para tratar de encontrar el equilibrio.

"No hemos tenido que hacer lo de otros viernes, cuando variábamos el coche de arriba abajo. Eso me da un poco de optimismo. Pero también es cierto que (el alemán Adrian) Sutil (Force India) está por delante y eso quiere decir a lo mejor que no vamos tan rápidos. Todas estas dudas se resuelven mañana", afirmó.

"Hemos ido más o menos cómodos desde el principio de la mañana y a ver si mañana podemos hacer una buena crono y estar entre los diez primeros más holgados que otras veces", dijo el español, que en Silverst necesita sumar los puntos que no pudo obtener en Turquía y que le hizo perder puestos en el campeonato. "Necesitamos puntos, sean dos o tres, los que sean", señaló.