Este artículo se publicó hace 15 años.
La reelección presidencial llega para quedarse en el bloque bolivariano
La reelección presidencial se impuso en el bloque bolivariano, al igual que la revolución socialista y su férrea rechazo al imperio: Venezuela, Ecuador y Bolivia la aprobaron en las urnas, mientras Nicaragua lo hizo por la vía judicial.
Hasta ahora solo Honduras, socio reciente de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) impulsada por Cuba y Venezuela, fracasó en el intento y está sumido en una profunda crisis política desde el 28 de junio pasado.
El mandatario Manuel Zelaya fue expulsado del país por los militares y destituido por el Congreso ese día, cuando tenía previsto celebrar un referendo con miras a una reforma a la Carta Magna, que según sus detractores tenía como objetivo permitir la reelección.
Mientras Zelaya espera en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, a donde llegó el 21 de septiembre pasado de manera clandestina, que el diálogo con el Gobierno de facto de Roberto Micheletti le devuelva el poder, su colega y aliado Daniel Ortega disfruta las mieles de la victoria.
El nicaragüense, que ya fue jefe de Estado entre 1985 y 1990 e inició su segundo mandato en 2007, logró anoche por la vía judicial la aprobación de su reelección continua, después de que no pudo reunir los votos necesarios en la Asamblea Nacional para reformar la Constitución.
La sala constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró "inaplicable" el artículo de la Carta Magna que impide la reelección continua de Ortega en una sesión en la que no estuvieron presentes la mitad de los magistrados titulares, precisamente los opositores al Gobierno.
Los sandinistas suplentes reemplazaron a los tres magistrados liberales, quienes ayer alegaron que no fueron convocados con tiempo a la sesión en la que fue emitido el fallo, que ya es calificado como "ilegal" y como "un golpe de Estado" por la oposición.
El vicepresidente del alto tribunal, el sandinista Rafael Solís, aseguró que la de ayer es una "sentencia firme, es cosa juzgada", e incluso ya fue acatada por el tribunal electoral, que está controlado por el oficialismo.
La Unión de Organizaciones Democráticas de América (UnoAmérica) afirmó desde Bogotá que "el golpe a la Constitución" en Nicaragua es "una variante del mismo procedimiento usado por Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia) y Rafael Correa (Ecuador) para controlar los poderes públicos y establecer dictaduras vitalicias".
Según el presidente del Diálogo Interamericano, Peter Hakim, el problema al que se enfrenta América Latina es que no hay un sistema para proteger democracias colectivamente.
"Está la Carta Democrática, que es muy buena en los principios, pero no tiene muchos mecanismos para hacer efectivos esos principios", dijo.
El gobernante venezolano, ya reelegido una vez, también puede optar a la Presidencia cuantas veces lo desee, después de la aprobación de la reelección indefinida en un referendo celebrado en febrero pasado, que revirtió una decisión en sentido contrario de la ciudadanía en 2007.
Chávez, que ejerce la jefatura de Estado desde febrero de 1999 y concluye su actual mandato en 2013, ha señalado en varias ocasiones que necesita permanecer "al menos 10 años más" al frente del poder, para consolidar su proyecto socialista y revolucionario.
En Ecuador, Correa impulsó una Asamblea Constituyente que redactó una nueva Carta Magna y aprobó por una sola vez la reelección presidencial.
Luego de ser aprobada por el pueblo en un referendo en septiembre de 2008, Correa participó en las elecciones de abril pasado y ganó en la primera vuelta.
Su colega boliviano, Evo Morales, también aspira a vencer en las elecciones anticipadas de diciembre, después de que los bolivianos aprobaron el 25 de enero pasado una nueva Constitución arduamente consensuada entre el Gobierno y la oposición y que permite a los jefes de Estado una única reelección.
Pero la tendencia que impera en la ALBA, integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Honduras, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda, se extiende a otros países de Latinoamérica.
En Colombia, el Gobierno de Álvaro Uribe se empeñó en sacar adelante un proyecto de ley sobre la convocatoria a un referendo para consultar a los ciudadanos si apoyan cambiar la Carta Magna para permitir al presidente optar a una segunda reelección en 2010.
En medio de acusaciones por supuestas ofertas de prebendas y ventas de votos, el Legislativo aprobó el proyecto del referendo, pero aún debe recibir el visto bueno de la Corte Constitucional, que empezó su análisis en septiembre y el plazo para la inscripción de las candidaturas vence el 30 de noviembre.
Uribe, quien llegó al poder en 2002 y en 2006 fue elegido para un segundo mandato mediante una reforma constitucional, todavía no ha dicho si aspirará otra vez a la jefatura de Estado, aunque ha señalado en varias ocasiones que está a favor de la reelección de su política de seguridad democrática.
Uruguay, El Salvador, Costa Rica y Chile están entre los países que permiten a los ex mandatarios volver a presentarse como candidatos presidenciales dejando pasar un mandato.
En Uruguay, un sector del gubernamental Frente Amplio coqueteó a finales de 2008 con la posibilidad de una reelección consecutiva del presidente Tabaré Vázquez, lo que requería una reforma a la Carta Magna, pero este la rechazó, al igual que lo hizo Fernando Lugo en días recientes.
"No, no quiero ni deseo mi reelección. Puede ser que esté en la mente de mucha gente", aseguró a principios de octubre el mandatario paraguayo, al rechazar tener intenciones de buscar un segundo mandato, lo que prohíbe la Constitución.
La reelección presidencial fue eliminada de la actual Carta Magna paraguaya, promulgada en 1992, en plena transición democrática tras el derrocamiento de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89), por temores a proyectos autoritarios.
Así, Paraguay forma parte del grupo que se mantiene inmune a la epidemia reeleccionista, integrado también por México y Guatemala, donde quien es presidente una vez no puede volver a serlo nunca, una prohibición concebida originalmente como un antídoto contra la corrupción.
En Brasil, donde desde 1997 está permitida una sola reelección consecutiva, Luiz Inácio Lula da Silva no podrá competir en las elecciones de 2010, pero se reservó el derecho a designar el candidato del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff.
La mejor demostración de que en el cargo de presidente es válido el eslogan comercial "quien prueba repite" es el número de actuales jefes de Estado latinoamericanos que o bien fueron reelegidos inmediatamente o bien estuvieron hace años en el mismo puesto.
Lula, Chávez, Uribe, el dominicano Leonel Fernández (presidente en 1996-2000 y 2000-2004 y reelegido este año), el costarricense Óscar Arias, el nicaragüense Daniel Ortega y el peruano Alan García son todos "repetidores".
El cubano Raúl Castro, mandatario desde que en febrero de 2008 su hermano Fidel renunció tras casi cinco décadas en el poder, está entre los que no tienen experiencia previa como jefes de Estado.
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