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El régimen militar, callado ante la ofensiva diplomática de la ONU

EFE

El régimen militar de Birmania (Myanmar), que se aferra al poder tras dos décadas de esporádica presión internacional, no da hoy señales de ceder ante la renovada ofensiva diplomática emprendida por Naciones Unidas a raíz de la violenta represión de las manifestaciones en favor de la democracia.

El diario "Nueva Luz de Myanmar", órgano de propaganda de la Junta Militar que preside el general Than Shwe, salió el sábado a la venta sin mencionar en sus páginas la reunión celebrada la víspera en Nueva York por el Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la crisis birmana, pero publicó un nuevo aviso de los generales a la oposición.

"Los grupos antigubernamentales deben comprometerse y ajustar sus sus políticas", señaló el periódico oficial.

Casi al mismo tiempo que el enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari, advertía desde Nueva York al régimen birmano de que la solución pasa por la puesta en libertad de los presos políticos y el diálogo, la televisión estatal de Birmania emitía un parte en el que acusaba a la Liga Nacional por la Democracia (LND), de Aung San Suu Kyi, de haber instigado a los monjes a manifestarse.

La acusación contra la LND fue hecha un día después de que transcendiera que el general Than Shwe estaba dispuesto a reunirse con Suu Kyi, siempre y cuando ella abandone lo que denominó actitud de "confrontación".

"Así llevamos ya muchos años, una y otra vez hemos iniciado un diálogo con el régimen militar para abrir un diálogo que no va a ninguna parte porque su postura es errática ", dijo a Efe Win Hlaing, parlamentario de la LND exiliado en Tailandia.

La única referencia a la tensa situación interna consistió en un breve anuncio sobre la puesta en libertad de 404 monjes budistas del total de 513 que, según la versión oficial, se encontraban detenidos desde el pasado 26 de septiembre, y de 30 religiosas arrestadas durante las redadas llevadas a cabo en 18 monasterios.

Tras restablecer el pasado viernes el servicio de Internet, las autoridades lo cortaron hoy de nuevo, en un aparente intento destinado a impedir que los birmanos se enteren de la explicación que Gambari dio ante el Consejo de Seguridad sobre la situación en Birmania.

Antes, la Junta Militar situó en 2.093 la cifra de detenidos, pero aún sostiene que sólo diez personas murieron, pese a que Naciones Unidas sospecha que el número de víctimas mortales es mayor, y por su parte, los grupos antigubernamentales lo elevan a dos centenares.

La Junta Militar, a la que muchos expertos atribuyen propiedades camaleónicas, ha hecho en otras muchas ocasiones anteriores caso omiso a los llamamientos de la comunidad internacional para que libere a los presos políticos e inicie un proceso de cambios que conduzcan al país hacia la democracia.

"Es muy pronto para el optimismo, hay que ver cuanto tiempo dura la presión internacional y esperar a la próxima visita de Gambari a Birmania", opinó un diplomático europeo que pidió el anonimato.

Gambari manifestó tras su comparecencia que tiene previsto regresar a Birmania el próximo mes de noviembre.

El general Than Shwe se reunió por primera vez con Suu Kyi el 20 septiembre de 1994, cuando ella cumplía el quinto año seguido de arresto domiciliario, y tras las múltiples visitas del enviado especial de la ONU -quien por entonces era el diplomático peruano Álvaro de Soto-, las dos partes no consiguieron establecer un diálogo.

La LND, que la Junta Militar califica de "irrelevante" para la sociedad birmana y acusa de servir a los intereses de las grandes potencias occidentales, condiciona el comienzo del diálogo con los militares a la puesta en libertad de Suu Kyi, quien cumple desde junio de 2003 su tercer arresto domiciliario desde que regresó a Birmania hace casi 19 años para liderar a la oposición.

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