Este artículo se publicó hace 16 años.
El régimen militar prolonga el cautiverio de la líder opositora birmana
La Junta Militar de Birmania (Myanmar), prorrogó hoy el arresto domiciliario a la líder del movimiento democrático y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, en cautividad desde hace cinco años.
Suu Kyi fue informada de la decisión del Gobierno de prolongar otro año más la orden de arresto durante la visita que le hicieron un grupo de funcionarios del Ministerio del Interior, una horas antes de que expirara la medida, a medianoche del martes.
El régimen militar, presidido por el general Than Shwe, aplicó de nuevo a Suu Kyi el acta de seguridad 10-B, que establece un periodo de detención de cinco años sin necesidad de juicio, aunque puede ser prorrogada por seis meses o un año, indicaron fuentes de la Liga Nacional por la Democracia (LND), la formación que ella encabeza.
Los generales han renovado periódicamente todos estos años pasados, el arresto domiciliario a Suu Kyi.
La prolongación del arresto a Suu Kyi, considerada por muchos birmanos el símbolo de la democracia, fue adoptada por el régimen militar después de que la comunidad internacional se comprometiera a donar decenas de millones de dólares a Birmania para ayudar a los 2,5 millones de supervivientes del ciclón "Nargis".
El régimen militar, criticado por impedir la entrada de la ayuda internacional para los damnificados del delta del río Irawaddy, decidió tres semanas después del ciclón, abrir algunos resquicios para permitir la entrada de los cooperantes a la región en la que murieron y desaparecieron cerca de 134.000 personas.
La medida de privación de la libertad a Suu Kyi sigue a la celebración de los dos tramos del referéndum sobre la Constitución, que según la Junta Militar, recibió el apoyo abrumador de más del 92 por ciento de los birmanos con derecho al voto.
La nueva constitución amnistía a los militares de cualquier crimen que pudieran haber cometido en el pasado, y reserva para los generales el 25 por ciento de los escaños en ambas cámaras del Legislativo, una proporción suficiente para impedir que prospere cualquier enmienda constitucional que se presente.
También, la constitución prohíbe que Suu Kyi, pueda presentarse como candidata a las elecciones legislativas que la Junta Militar planea llevar a cabo en 2010, por tener relación familiar con personas de otra nacionalidad distinta a la birmana.
Suu Kyi, que ha pasado en cautividad casi 13 de años desde que regresó en 1988, es la viuda del profesor británico Michael Aris, con quien tuvo dos hijos a quienes las autoridades militares anularon hace varios años sus respectivos pasaportes birmanos.
La última detención de Suu Kyi tuvo lugar el 30 de mayo de 2003 después de que varios cientos de seguidores del régimen atacaran al norte del país, la caravana de vehículos en los que viajaba con otros miembros de su partido.
Después, en junio de 2003 y tras el ataque en el que murieron unas setenta personas, Suu Kyi fue conducida a la prisión de máxima seguridad de Insein, a las afueras de Rangún, y en septiembre de ese año, a raíz de una operación quirúrgica, la trasladaron a su desconchada residencia de estilo colonial británico.
La Junta Militar ha hecho hasta ahora caso omiso a todos los llamamientos efectuados por Naciones Unidas, la Unión Europea (UE), los Estados Unidos y otros países para que ponga en libertad de forma incondicional a Suu Kyi, convertida en la pesadilla de los generales.
Pocas horas antes de las autoridades comunicaran a Suu Kyi la prolongación del arresto, al menos 15 miembros de la LND, fueron detenidos cuando abandonaron la sede de la formación en Rangún.
Según testigos, agentes de los cuerpos de seguridad arrestaron a los opositores, que se dirigían a sus casas tras salir de la sede en la calle Shwegondine, en el barrio de Bahan, y los subieron en camiones militares.
Al despuntar el día, fueron desplegados varias decenas de policías vestidos de paisano, y miembros de la milicia progubernamental en torno a la residencia de la Nobel de la Paz, en la avenida Universidad que cruza la zona alta de Rangún.
La Policía también situó al menos seis camiones cargados con agentes provistos de armas, varas y escudos cerca de la sede de la LND.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.