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El regreso de 'Hannibal' en cuatro claves

MARÍA JOSÉ ARIAS

El retorcido Hannibal Lecter y el mentalmente inestable Will Graham regresan esta noche a la pequeña pantalla (AXN, a partir de las 23.10 horas) con un episodio doble que supone toda una declaración de intenciones de por dónde caminará la segunda temporada de una de las series que mejores críticas ha cosechado en su primera tanda de emisión. La acción comienza con una escena de lucha cuerpo a cuerpo y con mucha sangre entre dos de los personajes principales para, a renglón seguido y sin saber cómo acaba la pelea, retrotraer al espectador a 12 semanas antes, donde se quedó la anterior temporada. Kaiseki y Sakizuki, títulos de los dos episodios de esta noche, llegan a España un mes después de su estreno estadounidense. Por delante, trece episodios de juego del gato y el ratón entre Lecter y Graham. El primer asalto lo ganó el primero.

Con Will Graham (Hugh Dancy) entre rejas acusado de los crímenes de Hannibal (Mads Mikkelsen) y el psiquiatra moviéndose libremente a sus anchas, la lucha vuelve a centrarse en ambos personajes. Eso sí, esta vez en igualdad de condiciones. Al menos, Will ha descubierto la verdadera cara de su teóricamente amigo y no permitirá que vuelva a entrar en su mente para manipularla. Es más, su lucha interna se centra ahora en intentar acceder a esos recuerdos escondidos en el subconsciente que le ayuden a descubrir como Lecter fue tejiendo la tela de araña mental en la que se ha visto enredado llegando a cuestionar su propia cordura. Eso en cuanto a la lucha interna del verdadero protagonista de Hannibal, Will Graham. La externa tendrá que ver con demostrar que es inocente, que está todo lo cuerdo que se puede estar teniendo en cuenta su extraña habilidad y que el verdadero culpable es el doctor Lecter.

Por su parte, Hannibal se ha convertido en el nuevo consultor para resolver crímenes del FBI y, pese al peligro que corre, es incapaz de mantenerse alejado de su otrora paciente pese a las recomendaciones de su propia terapeuta, la doctora Du Maurier (Gillian Anderson), que intenta borrarse de la ecuación. En cuanto a los otros dos miembros destacados del equipo, Jack Crawford (Laurence Fishburne) y Alana Bloom (Caroline Dhavernas), el primero está prácticamente convencido de la culpabilidad y la locura de Will y se culpa por haberlo colocado sobre el terreno. La segunda, culpa a Crawford de haberlo llevado al límite y defiende la inocencia del consultor asegurando que no era consciente de sus actos en el momento de cometerlos. Es decir, le cree capaz de haber perpetrado los asesinatos de los que se le acusa, pero sólo de manera inconsciente. No ha sido él, sino su desequilibrio mental. Esa es su defensa. Una tarea complicada la que se le presenta a Will para demostrar que no es él el monstruo al que todos buscaban.

Salvo por ese flashforward que adelanta lo que va a ocurrir doce semanas después y que promete un enfrentamiento de altura del que es mejor no contar nada hasta que el espectador lo vea esta noche, la segunda temporada de Hannibal retoma la trama donde la dejó la primera. Will Graham se ha convertido en el principal sospechoso y culpable a ojos de todos (sobre todo sus compañeros de equipo) de una serie de horribles crímenes que van del asesinato al canibalismo. De esto último la muestra era la oreja vomitada (sí, a veces Hannibal puede ser algo indigesta de ver) por Graham y que supone la prueba definitiva a ojos de os investigadores de que él fue quien mató a Abigail Hobbs.

Will Graham están encerrado en un manicomio, pero los casos de asesinatos no se paran con él entre rejas. Los psicópatas siguen actuando y en el episodio doble que se verá esta noche el doctor Lecter tendrá se convertirá en el ayudante de Crawford y su equipo para desentrañar el porqué de la aparición de varios cuerpos en un río. Están embalsamados y demuestran que el asesino se ha tomado muchas molestias para conservarlos en perfecto estado tras su muerte. Entonces, ¿por qué tirarlos al agua? La respuesta de Lecter es que son descartes de algo mayor, lo que implica que habrá más víctimas. El porqué, el cómo y el dónde serán descubiertos a lo largo de estos dos primeros capítulos. ¿Podrán resolver el caso sin la ayuda de Will? ¿Estará Lecter a la altura de su paciente/víctima?

Hannibal es en realidad una serie de pocos personajes. Muy bien construidos y trabajados gracias a Bryan Fuller, creador y responsable de todo, pero pocos al fin y al cabo. La incorporación recurrente para esta segunda temporada (asesinos y víctimas ocasionales a un lado) es la de Cynthia Nixon. La exprotagonista de Sexo en Nueva York da vida a Kade Prurnell, una agente federal a la que le ha tocado en suerte la investigación interna para depurar responsabilidades en el caso de Will Graham. Su misión será investigar a Jack Crawford a fondo para decidir si el cuerpo le considera culpable de haber puesto a un peligro público sobre el terreno y cómo actuar para salvar al FBI de la picota pública.

Otro de los actores que se convertirá en recurrente -aunque ya se le vio en la primera temporada- será Raúl Esparza, el actor que interpreta a Frederick Chilton, el director del Hospital de Baltimore para criminales con enfermedades mentales en el que está internado Will y con el que, en un principio, el exasesor del FBI no quiere confesarse.

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