Este artículo se publicó hace 17 años.
El regulador paneuropeo podrá pedir que no se aplique una medida nacional
El regulador paneuropeo del mercado de las telecomunicaciones, que ha propuesto la Comisión Europea, podrá pedir a un responsable nacional que no aplique una medida si considera que puede afectar al mercado europeo, explicó hoy Ken Ducatel, de la dirección general de la Información y Sociedad de la CE.
La creación de este órgano europeo se contempla dentro de las medidas anunciadas ayer por la comisaria europea para la Sociedad de la Información, Viviane Reding, en el sector de las telecomunicaciones que formará parte de la legislación europea hacia 2009.
El nuevo órgano regulador estará formado por los 27 reguladores europeos, un presidente propuesto por la Comisión Europea y un secretario general.
Ducatel señaló que si este organismo opina que un regulador nacional ha tomado una decisión que puede afectar al mercado europeo podrá opinar y la Comisión Europea enviará un aviso "rápido y eficaz" al citado regulador.
Este organismo incorporará las tareas de la Agencia Europea de Seguridad de las Redes y de la Información (ENISA).
Las medidas dadas a conocer ayer contienen una de aplicación inmediata que es la reducción de 18 a 7 los mercados regulados.
Ducatel explicó que se trata de regular menos pero mejor, por lo que se contempla sólo el mercado mayorista y se suprime de la lista los minoristas, aunque las autoridades nacionales podrán mantener el control de algún mercado minorista si lo estiman necesario para la competencia.
Sobre la separación funcional de redes y servicios, Ducatel dijo que sólo se producirá cuando en un país haya problemas de competencia y el regulador nacional solicite la autorización a la nueva entidad paneuropea y que será distinta esta separación según las condiciones de cada mercado y no afectará a la propiedad de las mimas.
Recordó que hay separación funcional en Reino Unido y se lo están planteando en Suecia e Italia.
El directivo comunitario explicó que la separación funcional no incidirá sobre la inversión en la red ya que en el Reino Unido, que se utiliza como modelo de referencia, no ha sucedido así.
El fin de la futura normativa europea sobre telecomunicaciones, dijo, es dar el paso final en la regulación de forma que se garantice la competencia en beneficio del consumidor, asegurar la inversión y lograr el mercado único de telecomunicaciones europeas para que pueda competir con Estados Unidos o China, dijo Dukatel.
Para el usuario, dijo, supondrá una mejora de la transparencia de tarifas; que la portabilidad de los números de un operador a otro se produzca en menos de un día; mejorar el acceso al número único de emergencia 112, y mejorar el acceso de los usuarios con necesidades especiales y a discapacitados.
Se trata de un mercado europeo de 500 millones de consumidores, dijo, valorado en 2006 en 649.000 millones de euros y con una inversión de 47.000 millones.
Uno de los objetivos de esta regulación es promover la economía de las comunicaciones inalámbricas y para ello se designarán las bandas del espectro abiertas al comercio, se reforzarán los principios de neutralidad tecnológica y de servicios y se armonizarán la normativa europea para hacer posible servicios trasnacionales como pueden ser los móviles por satélite.
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