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La "Reina del crimen" PD James teme no volver a escribir por su avanzada edad

EFE

La escritora británica P.D. James, conocida en su país como la "Reina del crimen" por la publicación de casi una veintena de novelas de detectives, reconoce no saber si volverá a escribir otro libro por miedo a no estar a la altura del último, "Muerte en la clínica privada", debido a su avanzada edad.

"Si eres escritor, no eres feliz si no estás escribiendo, por lo que nunca diré que voy a dejar de hacerlo. Pero reconozco que me preocupa mucho que si publico un nuevo libro, los críticos digan: 'Es una buena obra, teniendo en cuenta que tiene 90 años, pero no es realmente bueno", explica en una entrevista concedida a EFE en su domicilio londinense.

El listón dejado por "Muerte en la clínica privada" -que acaba de ser publicado en España, casi un año después de su aparición en el Reino Unido- está muy alto bajo su punto de vista, ya que lo considera "un buen libro" y ha cosechado "un gran éxito", por lo que admite que por el momento "no hay planes" de escribir algo nuevo.

La historia está protagoniza por el detective Adam Dalgliesh, quien nació con su primer libro -escrito en 1962- y que se ha convertido en el personaje clave en la carrera de James al ser la pieza central sobre la que giran catorce de sus novelas.

En "Muerte en la clínica privada", Dalgliesh se enfrenta a un crimen perpetrado en una clínica de cirugía estética, en una novela cuyo primer párrafo es un buen ejemplo del estilo de la autora: "El día de su 47 cumpleaños, tres semanas y dos días antes de que fuera asesinada, Rhoda Gradwyn acudió a (...) su primera cita con el cirujano plástico".

"Siempre hay algo del escritor en su personaje", reflexiona James, quien sin embargo asegura que Dalgliesh no está basado en nadie real, pero que sí reúne las características que le gusta encontrar a la autora en un hombre.

La labor de investigación previa a la escritura de sus novelas se suele alargar durante meses, según dice la autora, quien da una especial importancia también a la ambientación.

Sus novelas son inequívocamente "british" -de hecho, entre sus influencias sólo cita a Jane Austen, Graham Greene, Evelyn Waugh y Dorothy L. Sayers, todos británicos- algo que justifica "porque hay que conocer bien de lo que se está escribiendo".

James, quien ya desde niña sabía que quería dedicarse a la escritura y se inventaba historias para contar a sus hermanos antes de dormir, subraya el cambio que se ha producido en las últimas décadas en el género de las novelas de misterio. Antes "sólo importaba el misterio" y ahora se valora que esté bien escrito.

Señalada en ocasiones por la prensa como la heredera de Agatha Christie, rechaza esta etiqueta: "No nos parecemos en nada, sólo en que somos dos mujeres inglesas. No escribimos el mismo tipo de libro".

James, que mide poco más de 1,50 de estatura, pelo blanco y nariz aguileña, mantiene un diálogo fluido pese a los achaques propios de su edad, que se traslucen en el bastón que la acompaña y la silla automática que le facilita la tarea de subir las escaleras.

Su vivienda, que tiene dos jardines llenos de flores y árboles que ella se encarga de cuidar con la ayuda de su secretaria, está llena de libros repartidos por varias habitaciones, a los que dedica parte de su tiempo nada más levantarse, "normalmente hacia las 5 de la mañana".

La candidez y la educación de James, su afición por la jardinería, el uso de un inglés extremadamente correcto, o incluso el tipo de residencia -un chalé rodeado de verde en pleno centro de la capital británica, a escasos metros de Hyde Park- hacen de ella, a simple vista, la típica "lady" inglesa.

Sin embargo, su perfil va más allá. Trabajó para Scotland Yard en labores administrativas y burocráticas, lo que le permitió estar en contacto con detectives y forenses, fue galardonada con el título nobiliario de baronesa; y actualmente ocupa uno de los 738 asientos de la Cámara de los Lores.

James fue designada como miembro de esta Cámara -la cual se encarga de revisar la legislación aprobada por los Comunes, entre otras funciones, y no es elegida democráticamente- por los "Tories", de quienes es reconocida simpatizante.

"El Gobierno de Gordon Brown es muy malo y muchas de sus políticas han recortado las libertades individuales", critica la escritora sentada en su sofá mientras, en la mesa, descansan el periódico "The Times" y el "The Daily Telegraph", los dos periódicos conservadores por excelencia.

Óscar Tomasi

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