Público
Público

El Reina Sofía muestra el arte sensorial de la brasileña Lygia Pape

EFE

El arte sensorial y participativo de Lygia Pape, uno de los nombres de referencia del arte contemporáneo brasileño, se muestra en el Museo Reina Sofía en la primera exposición monográfica que se dedica a la artista en Europa.

A pesar de la variedad de disciplinas en las que trabajó Lygia Pape (Nova Friburgo, 1927-Río de Janeiro, 2004), lo que hace especial su obra y la diferencia de otros artistas brasileños coetáneos como Hélio Oiticica o Lygia Clark es la utilización del libro como elemento común de toda su obra.

Según ha indicado a Efe Manuel Borja-Villel, uno de los comisarios de la muestra y director del Museo Reina Sofía, aunque la obra de Lygia Pape se manifiesta "de muchos modos", como la performance, el ballet, el cine o la pintura, el libro es el elemento vertebrador de la misma "en el sentido que Mallarmé le daba a la palabra como algo que crea un espacio moderno".

En su opinión, la artista brasileña utiliza su obra como un espacio "en el que el espectador se mete y es capaz de generar sus propios recorridos", aspecto que la hace "singular".

"Lygia Pape. Espacio imantado" reúne cerca de 250 obras, entre pinturas, relieves, xilografías y acciones performativas, mostradas a través de objetos, vídeos y fotografías, así como una abundante producción cinematográfica, carteles de películas, poemas, collages y documentos.

Destacan en el recorrido expositivo sus piezas más conocidas, los Tecelares (1955), con los que comienza a experimentar con xilografías realizadas por la incisión de sutiles líneas de la madera.

Antes, Pape se había introducido en el mundo del arte con lienzos en la línea de la abstracción de tendencia orgánica y geométrica y con sus "Desenhos", realizados en tinta sobre papel japonés que recuerdan a los grabados nipones.

Es en 1959 cuando la artista, junto a Hélio Oiticica y Lygia Clark hace su incursión en el movimiento del neoconcretismo, con sus Ballets, Poemas y Livros, en los que traduce visual y musicalmente un poema a través del movimiento, da participación al lector en la construcción del libro ("Poemas luz") y construye una narrativa mediante la imagen ("Livro da criaçao").

La exposición muestra también el lado más crítico de la artista con sus obras "Caja de cucarachas" y "Caja de hormigas", de 1967, una crítica explícita al arte momificado de los museos y a la condición marginal de la población.

Sus famosas obras de experiencia colectiva, como "Divisor" (1969), estarán presentes también en el Reina Sofía, dónde esta tarde se celebrará la performance en la que, a través de una enorme tela blanca agujereada, el público asoma la cabeza mientras su cuerpo queda envuelto en el tejido, rompiendo el límite entre el observador y el participante.

En el mismo principio sensorial se inspira su "Rueda de los placeres", en la que los espectadores pueden servirse unas gotas de agua con colorante alimentario de distintos sabores para teñirse la lengua de distintos colores, mientras que sus conocidas "Ttéias", desde 1977 hasta 2000, son una serie de piezas elaboradas con filamento que admite variantes en función del espacio, la luz y el hijo de cobre, plateado o transparente.

Laura Pape, hija del artista y directora del Proyecto Lygia Pape, se ha mostrado "sorprendida" por el resultado de la exposición y la "profesionalidad" de sus comisarios, Manuel Borja-Villel y Teresa Velázquez, y ha recordado que su madre era "una artista" en todos los sentidos, que mezclaba conceptos y materias, y que daba una importancia excepcional "a las personas y espacios".

Para Teresa Velázquez, la exposición "hace justicia poética" a una de las artistas más importantes del arte brasileño de la segunda mitad del siglo XX, contribuye al conocimiento, estudio y difusión de Papel, cuya característica principal es la de integrar las esferas estética, ética y política en su obra.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias