Este artículo se publicó hace 15 años.
Reino Unido investigará unas denuncias de abusos en Irak
Reino Unido anunciará el miércoles los términos de una investigación independiente sobre las denuncias que aseguran que soldados británicos mataron a varios iraquíes y torturaron a otros nueve después de una batalla en el sur de Irak en mayo de 2004.
El secretario de Defensa, Bob Ainsworth, también nombrará a la persona que dirigirá la investigación, aunque la fecha todavía no se ha decidido, según un portavoz del Ministerio de Defensa.
Una investigación policial militar no halló "evidencias creíbles" de las denuncias, pero el ministerio acordó en julio continuar con la investigación tras meses de debates legales.
Los abogados de cinco iraquíes que afirman que fueron golpeados repetidamente tras ser atados y vendárseles los ojos en el incidente en una base militar en la provincia de Maytan dijeron que Reino Unido había fracasado en investigar las denuncias.
El Ministerio de Defensa dice que los soldados llevaron 20 cadáveres de iraquíes a la base llamada Camp Abu Naji para su identificación, junto con nueve prisioneros iraquíes, después de una batalla en el puesto de control conocido como "Danny Boy", en la provincia de Maysan.
También afirma que trasladó los cadáveres al día siguiente y que los prisioneros salieron ilesos.
"No hemos hallado evidencias creíbles de que los detenidos, como resultado del ataque contra las tropas británicas y el intercambio de fuego prolongado en el puesto de control de Danny Boy, fueran maltratados", dijo el ministerio.
Pero los abogados de los iraquíes dijeron que las familias de varios de los fallecidos habían asegurado que sus parientes estaban vivos cuando fueron trasladados a la base y que fueron asesinados allí.
Phil Shiner, de Public Interest Lawyers y que también representa al tío de uno de los iraquíes fallecidos, dijo que la investigación tenía que ampliarse.
Señaló que algunos emails mostraron que los nueve supervivientes habían sido vistos por un médico de la Cruz Roja que afirmó que sus heridas concordaban con la posibilidad de haber sido golpeados en el suelo.
Esta será la última de una serie de revisiones sobre la conducta de los militares británicos en Irak desde la invasión de 2003.
Actualmente existe una investigación sobre la muerte de un civil iraquí, Baha Mousa, que murió cuando estaba bajo custodia británica en Basora en 2003 después de sufrir 93 heridas.
A principios de mes el Ministerio de Defensa dijo que estaba investigando hasta 33 denuncias de abusos, incluidas violación y tortura.
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