Renta Corporación encara un 2009 estable tras la refinanciación

Después de cerrar un año muy complicado con las mayores pérdidas de su historia y el despido del 36 por ciento de la plantilla, la inmobiliaria Renta Corporación inicia 2009 con la tranquilidad de la refinanciación de la deuda y la ambición de entrar en beneficios en 2010.

La inmobiliaria anunció el viernes el cierre de la reducción de sus deudas un 54,5 por ciento hasta los 316 millones de euros, de las que 254 millones serán de crédito sindicado, 62,5 millones de crédito hipotecario y líneas de liquidez adicionales por importe de 22 millones.

"Hay un antes y un después para Renta (...) la firma del crédito sindicado nos da tranquilidad y viabilidad", dijo el consejero delegado de Renta Corporación, Juan Velayos, en una entrevista con Reuters.

La tranquilidad llega gracias al retraso en el calendario de amortizaciones, ya que Renta ha acordado con los bancos no amortizar principal ni pagar intereses hasta 2011.

Para rebajar la deuda, los bancos se han visto obligados a aceptar edificios, una tónica que se ha convertido en habitual tras el cambio de ciclo, y que ha llevado a los bancos a acaparar grandes bolsas de inmuebles.

Así, Renta ha entregado a la banca activos como su sede corporativa en Barcelona o la Tour de la Villette, un edificio en Francia que adquirió por 94 millones en la parte alta del ciclo.

"Ha habido un descuento medio del 5 por ciento sobre el precio de coste", afirmó Velayos.

UN 2008 MUY COMPLICADO, LUZ EN 2010

La inmobiliaria acaba de anunciar las mayores pérdidas de su historia, un total de 111,5 millones de euros, tras provisionar 63,8 millones de euros por la caída de valor de sus existencias.

"Hemos hecho un ejercicio de prudencia. El 2008 nos coge con unas obligaciones que gestionar, precisamente el crédito sindicado, con un cambio de mercado, con una reestructuración interna que hacer y con unas existencias 'precrisis'", afirmó."

Sin embargo, el directivo confía en que la compañía se recupere y, aunque considera que 2009 va a ser todavía complicado, espera que en 2010 se comience a ver la luz del túnel y Renta entre en beneficios.

Preguntado sobre si esperaban entrar en beneficio en 2010, respondió: "ese sería un caso en el que nos sentiríamos cómodos", aunque matizó que, si todo va mal, no esperan ganar dinero hasta 2011.

"Para que los comités de riesgos de los bancos aprobasen la refinanciación, han querido ver el caso estresado: si todo va mal, cuánto pierdes. Y el caso que tenemos aprobado por los bancos (...) nos lleva a 2011. Pero ese caso estresado no nos podemos ni plantear", dijo Velayos.

Pese a las dudas que han surgido en el mercado, el consejero delegado, defendió el modelo de negocio de Renta, basado en la compra, transformación y rápida venta de activos inmobiliarios, incluso en un momento de ciclo bajista.

"Tenemos un modelo de negocio que nos ha funcionado en épocas de crisis. Lo que tenemos que hacer ahora es encontrar verdaderas oportunidades, inmuebles de máximo valor en el mercado. Hemos de ser capaces de encontrar lo mejor que haya en el mercado", declaró.

Sin embargo, es consciente que la compañía ha reducido su tamaño y que a partir de ahora Renta no podrá realizar grandes inversiones, aunque tras la firma del crédito, mantendrá su mix de activos en alrededor del 60 por ciento suelo y 40 por ciento edificios.

"Ahora no hablamos de edificios de 100 millones de euros", afirmó.

CONDICIONES DE LA BANCA

El directivo explicó que los bancos han exigido el cumplimiento de una serie de condiciones a Renta Corporación para el crédito, como la garantía con el 100 por cien de los activos de la empresa o la firma de un crédito participativo por los directivos.

"Los bancos han pedido un compromiso del equipo directivo. Por consiguiente se ha llegado a un acuerdo en el que por un importe mínimo de 4 millones de euros el equipo directivo participa en la operación (...) Veremos si en su momento lo reconvertimos en ampliación de capital, que es lo más seguro", declaró.

Además, Renta Corporación avalará a los bancos con todas sus existencias, que a 31 de diciembre sumaban 349 millones de euros.

/Por Andrés González/