Este artículo se publicó hace 13 años.
REPORTE ESPECIAL-¿El fin del sida está cerca?
Por Kate Kelland
Para sus doctores, Timothy Ray Brownfue un intento a ciegas.
Un estadounidense VIH positivo que se curó gracias a untipo único de trasplante de médula ósea, el hombre conocidocomo "el paciente de Berlín" se ha convertido en un ícono de loque los científicos esperan que sea la próxima fase de laepidemia del sida: su final.
Los drásticos avances científicos desde que el VIH fuedescubierto hace 30 años hacen que el virus ya no sea unasentencia de muerte.
Gracias a análisis que detectan el VIH de forma temprana,nuevos medicamentos antirretrovirales contra el sida que puedencontrolar el virus durante décadas y a una serie de formas deimpedir que se propague, 34 millones de personas de todo elmundo están aprendiendo a vivir con VIH.
Personas como Vuyiseka Dubula, una activista de la luchacontra el sida y madre VIH positivo de Ciudad del Cabo, enSudáfrica, pueden esperar tener vidas relativamente normales yplenas. "No pienso para nada en la muerte. Estoy sometiéndomeal tratamiento y viviendo mi vida", asegura.
Sin embargo, en el 30 aniversario del descubrimiento delVIH, la comunidad científica internacional se dispone conrenovado vigor a intentar eliminarlo. La campaña tiene que veren parte con la ciencia, y en parte con el dinero. Someter apacientes con VIH a tratamientos con fármacos sofisticadosdurante toda la vida se está tornando imposible de costear.
La atención de los pacientes con VIH sólo en países endesarrollo ya cuesta alrededor de 13.000 millones de dólares alaño y esta cifra podría triplicarse en los próximos 20 años.
En momentos económicos difíciles, la necesidad de encontraruna cura se ha vuelto más urgente, dice Francoise BarreSinoussi, quien ganó el premio Nobel por su labor en laidentificación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
"Debemos pensar a largo plazo, incluyendo una estrategiapara encontrar una cura. Debemos seguir buscando hastaencontrarla", dijo la científica.
El paciente de Berlín es la prueba de que se puede. Su casodio nueva energía a un campo donde las personas creían duranteaños que hablar de una cura era una irresponsabilidad.
LA CURA QUE FUNCIONO
Timothy Ray Brown estaba viviendo en Berlín cuando, ademásde ser VIH positivo, sufrió una recaída de leucemia.
Se estaba muriendo. En 2007, su doctor, Gero Huetter,realizó una sugerencia radical: un trasplante de médula óseausando células de un donante con una inusual mutación genética,conocida como CCR5 delta 32. Los científicos sabían desde haceaños que las personas con esta mutación genética habíanresultado resistentes al VIH.
"Cuando empezamos este proyecto no sabíamos realmente quépodría pasar", dijo Huetter a Reuters, un oncólogo y hematólogoque ahora trabaja en la Universidad de Heidelberg, en el sur deAlemania.
El tratamiento bien podría haber acabado con Brown. Encambio, él es el único humano que logró curarse del sida.
"No presenta replicación viral y no está tomando medicaciónalguna. Y probablemente no tenga más problemas con el VIH",dice Huetter. Brown se mudó a San Francisco.
La mayoría de los expertos dice que es inconcebible que eltratamiento que recibió Brown pueda ser una forma de curar atodos los pacientes.
El procedimiento fue costoso, complejo y riesgoso. Parahacérselo a otros, deberían hallarse donantes exactamentecompatibles en la pequeña proporción de personas -en su mayoríacon ascendencia del norte de Europa- con la mutación que lostorna resistentes al virus.
El doctor Robert Gallo, del Instituto de Virología de laUniversidad de Maryland, lo pone en términos concretos.
"No es un procedimiento práctico y puede causar la muertede personas", dijo a fines del año pasado.
Sinoussi fue más explicativa.
"Es claramente irrealista pensar que este enfoqueextremadamente costoso y apenas reproducible pueda serreplicado y ampliado (...) pero desde un punto de vistacientífico, ha demostrado que la cura es posible", dijo lacientífica.
La Sociedad Internacional del sida añadirá formalmente estemes el objetivo de encontrar una cura a su estrategia deprevención, tratamiento y atención del VIH.
Un grupo de activistas también está por lanzar un grupo detrabajo internacional para elaborar un plan de ataquecientífico y persuadir a Gobiernos e instituciones para quedestinen más fondos.
El dinero está empezando a llegar. Los InstitutosNacionales de Salud de Estados Unidos están solicitandopropuestas para un subsidio de investigación conjunta de 8,5millones de dólares para buscar una cura.
Además, la Fundación para el Estudio del sida o amfAR,acaba de anunciar su primera ronda de cuatro subsidios a gruposde investigación "para desarrollar estrategias para erradicarla infección del VIH".
EL COSTO DEL TRATAMIENTO
Hasta hace poco, las personas en los círculos de VIH y sidatemían que destinar fondos a la búsqueda de una cura podíaimplicar restarle mérito a la lucha para que las personas VIHpositivo recibieran tratamiento.
Incluso hoy, poco más de los cinco millones de lasaproximadamente 12 millones de personas que necesitan losmedicamentos realmente lo reciben.
El VIH surgió por primera vez en 1981, cuando científicosde los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades deEstados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) descubrieron queera la causa del síndrome de inmunodeficiencia adquirida(SIDA).
Un artículo en el Informe Semanal sobre Morbilidad yMortalidad del CDC de junio de ese año hacía referencia a"cinco jóvenes, todos homosexuales activos" de Los Angeles comolos primeros casos documentados.
"Ese fue el verano (boreal) de 1981. Para el mundo era elcomienzo de la era del VIH/sida, aunque no lo conocíamos comoVIH entonces", dijo Anthony Fauci, director del InstitutoNacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EstadosUnidos, quien ha hecho de la investigación de la enfermedad eltrabajo de toda su vida.
En las tres décadas subsiguientes, la enfermedad tildada deforma ignorante como "la plaga gay" se ha convertido en una delas más atroces epidemias de la historia humana.
Transmitida por el semen, la sangre y la leche materna, elVIH ha devastado las regiones más pobres, especialmente AfricaSubsahariana, donde vive la gran mayoría de las personas VIHpositivo.
A medida que aparecen más análisis y tratamientos, elnúmero de nuevos contagios ha estado disminuyendo. Pero porcada dos personas con VIH que tienen la posibilidad de sertratadas con medicamentos antirretrovirales, cinco personas másse suman a la lista de "nuevos infectados".
desde la circuncisiónmasculina a sofisticados geles microbicidas vaginales o anales- más de 7.100 personas contraen el virus cada día.
Los costos del tratamiento por paciente pueden oscilarentre los 150 dólares al año en países pobres, donde losmedicamentos están disponibles en forma de accesiblesgenéricos, y más de 20.000 dólares al año en Estados Unidos.
Las sumas en total son enormes. Un estudio reciente, partede una campaña llamada AIDS2031, sugiere que para 2031 lospaíses de bajos y medianos ingresos necesitarán 35.000 millonesde dólares al año para atender adecuadamente la epidemia.
Eso es casi tres veces el nivel actual de 13.000 millonesde dólares al año. Si a eso le añadimos los costos deltratamiento en países ricos, los expertos estiman que loscostos del VIH dentro de 20 años alcanzarán entre 50.000 y60.000 millones de dólares al año.
"Está claro que debemos considerar otra forma posible decontrolar la epidemia más allá de tratar a todo el mundo parasiempre", dice Sharon Lewin, doctora e investigadora en VIH dela Universidad Monash en Melbourne, Australia.
En ciertas formas, ya hemos estado aquí antes. Los primerosfármacos contra el SIDA, como el AZT, llegaron al mercado afines de la década de 1980, pero al cabo de una década fueronreemplazadas por poderosos cócteles conocidos como HAART, otratamientos antirretrovirales altamente activos.
Las HAART tuvieron un efecto contundente, eliminandorápidamente el virus de la sangre del paciente y llevando aalgunos a decir que la cura estaba a la vuelta de la esquina.
Pero luego los científicos descubrieron que el VIH podíapermanecer sin ser detectado en cúmulos o reservas de infecciónlatentes a los que ni siquiera medicamentos poderosos puedenllegar. Las versiones sobre la cura casi se extinguieron.
"Científicamente no teníamos forma de decir que estábamosen camino a encontrar una cura", dice Bertrand Audoin, directorejecutivo de la Sociedad Internacional del sida, con sede enGinebra.
"Los científicos no quieren hacer más falsas promesas. Noquerían volver a hablar de una cura porque realmente no estabaen nuestro horizonte", añadió.
TERAPIA DE GENES
El máximo objetivo sería permitir a los pacientes dejar detomar medicamentos antirretrovirales, dejando un hueco en unmercado de 12.000 millones de dólares al año dominado por ellaboratorio californiano Gilead y similares como Pfizer,GlaxoSmithKline y Merck.
Es poco probable que ocurra pronto, pero el caso de Brownha abierto la puerta a nuevas ideas.
"Lo que demostró es que si logras que las células dealguien sean resistentes al VIH (...) entonces todas las partesrestantes de VIH, que permanecen durante mucho tiempo en lospacientes en tratamiento, disminuyen y desaparecen en efecto",dice Lewin.
Los científicos que trabajan en reproducir el efecto deltrasplante del paciente de Berlín han tenido algo de éxito.
Una técnica experimental aplica la terapia de genes paraextraer ciertas células, hacerlas resistentes al VIH y luegoponerlas nuevamente en el sistema de los pacientes con laesperanza de que sobrevivan y se diseminen.
En una conferencia sobre VIH en Boston a principios de año,investigadores estadounidenses presentaron datos sobre seispacientes a quienes se les extrajo grandes cantidades deglóbulos blancos conocidos como células CD4 para eliminar elgen CCR5 existente, y luego reemplazarlos.
"Funciona como unas tijeras y corta una porción deinformación genética del ADN, y luego cierra el intersticio.Luego cada célula que surja de esta célula madre tendrá lamisma mutación", sostuvo Huetter.
Los resultados iniciales mostraron que las células mutadaslograron sobrevivir dentro de los cuerpos de los pacientes enbajos niveles, manteniéndose presentes durante más de tresmeses en cinco pacientes.
"Esta fue la prueba de concepto", dijo Lewin. Otro posiblecamino es un pequeño grupo de pacientes conocido como"controladores de elite", quienes a pesar de estar infectadoscon VIH son capaces de mantenerlo bajo control simplemente consus sistemas inmunológicos.
Los investigadores esperan que estos pacientes algún díasean la clave para desarrollar una vacuna exitosa o una curafuncional contra el VIH/sida.
Científicos también están explorando formas de "despertar"células infectadas con VIH y matarlas.
Tal como fue descubierto en la década de 1990, el VIH tieneun modo de entrar en lo profundo del mismo sistema inmunológico-en lo que se conoce como células T de memoria- y permanecerdormidas allí. Ocultas, efectivamente eluden los medicamentos yla propia respuesta inmunológica del cuerpo.
"Una vez que se va a dormir en una célula pueden permanecerallí para siempre, que es realmente la principal razón por laque no podemos curar el VIH con los fármacos actuales", indicóLewin.
Su equipo en Melbourne y otro grupo en Estados Unidosrealizarán los primeros ensayos con humanos usando unmedicamento llamado SAHA o vorinostat, hecha por Merck yactualmente usado en tratamientos para el cáncer, que prometedespertar el VIH latente.
¿QUE HAY DE LA PREVENCION?
A medida que científicos empiezan a hablar con entusiasmosobre una cura, vuelve a surgir la antigua pregunta sobre siese es el objetivo correcto.
Seth Berkley, un epidemiólogo y director de la IniciativaInternacional para la Vacuna contra el sida (IAVI, por sussiglas en inglés) con sede en Estados Unidos, está preocupado.
"Desde un punto de vista científico, es algo fabuloso. Esun gran objetivo y se aprenderá mucho sobre ciencia. Pero desdeel punto de vista de la salud pública, lo principal es detenerel flujo de nuevas infecciones. Necesitamos una revolución enla prevención. Eso es absolutamente crucial", declaró.
Vuyiseka Dubula está de acuerdo. La activista sudafricanaencuentra las versiones sobre la cura del VIH distractivas,casi desconcertantes.
"Puede que estas investigaciones no arrojen resultados a labrevedad, e incluso cuando lo hagan, el acceso a esa cura aúnserá un gran problema. Así que mientras tanto, si bien notenemos la respuesta sobre si el VIH puede ser curado o no,necesitamos salvar vidas", aseveró.
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