Este artículo se publicó hace 15 años.
La represión del régimen fuerza a la oposición a desconvocar las protestas
Los reformistas tenían prevista llevar a cabo una jornada de duelo en honor de las víctimas
Si bien se niegan a darse por vencidos, la represión policial ayer en la manifestación que llevó a los opositores a Ahmadineyad al Parlamento, ha provocado que los dos líderes reformistas, Mehdi Karrubí y Mir Husein Musaví, hayan desconvocado la marcha de duelo en honor a las víctimas que se esperaba para esta tarde en las calles de Teherán. Algunos testimonios recogidos ayer por la tarde por la CNN, califican la situación de "estado de guerra". Entre medias, la prohibición del régimen a que los medios extranjeros o independientes hagan su trabajo provoca todo tipo de rumores. Desde la muerte de ocho milicianos 'basij' en las manifestaciones, hasta la detención de la mujer de Musaví, Zahra Rahnavard, ayer.
"Pegaron a una mujer tan salvajemente que estaba tirada en el suelo, cubierta de sangre, que su marido se desmayó. Repartían golpes como si fuera el infierno. Fue una masacre", explicó una mujer a los micrófonos de la cadena norteamericana CNN. Musaví convocó ayer a mediodía una marcha de protesta hasta las puertas del Parlamento que fue duramente reprimida por la Policía. "Es como si estuviéramos en guerra, había Policía y helicópteros por todas partes", dijo otro testigo.
"Pegaron a una mujer tan salvajemente que estaba tirada en el suelo, cubierta de sangre, que su marido se desmayó"Por estas razones, el otro líder reformista, Mehdi Karrubí, decidió desconvocar la jornada de duelo por los manifestantes que han muerto a manos de la Policía prevista para hoy. "Es una situación injusta, porque no se deben prohibir las ceremonias religiosas en mezquitas. Pero el Ministerio nos ha advertido de que es ilegal y de que se empleará la fuerza", dijo a la agencia EFE un portavoz de Karrubí.
Control del GobiernoEl régimen parece haber tomado el control total de la situación, hasta tal punto que ayer el Parlamento exigió a Musaví y al ex presidente Rafsanyani, que "ayuden a resolver los problemas. Esperamos ahora las medidas prácticas para que esta situación concluya de una vez", dijo el presidente de la Comisión de Seguridad nacional de la Cámara, Ala Edin Boroujerdi.
Otro síntoma es que es la primera noticia que se tenía de Musaví desde el pasado viernes, cuando asistió al sermón pronunciado por Jamenei y en el que mostró todo su apoyo al presidente Ahmadineyad.
La oposición denuncia más detencionesEn su página web, Musaví denunció esta mañana la detención de 70 profesores universitarios que se reunieron con él ayer por la tarde. "Musaví se reunió con algunos profesores iraníes y después de esa reunión, 70 de ellos fueron arrestados", rezaba el sitio web. La noticia no ha sido confirmada de momento por las autoridades.
La falta de información independiente está desatando los rumores de todo tipoLa desinformación es tal que los rumores están a la orden del día. En un gesto propagandístico, el general Ali Fazli, de los Guardianes de la Revolución Islámica, concedió una entrevista a la cadena estatal Press TV, en la que aseguró que ocho milicianos 'basij' habían "muerto durante las manifestaciones y más de 300 han resultado heridos". Si esto fuera cierto, es indudable que el régimen se habría apresurado a mostrar las imágenes de las víctimas en un intento de revertir las impresiones de la opinión pública. Tampoco en este caso ha ahbido ningún tipo de confirmación oficial.
Otro de los rumores que se están extendiendo es que la mujer de Musaví, Zahra Rahnavard, fue detenida ayer en las protestas frente al Parlamento. Estaba previsto que Rahnavard, que está tomando cada vez más importancia como activista opositora al régimen, tomará la palabra y diera un discurso de aliento a los manifestantes. El hecho no ha sido confirmado ni por un bando ni por el otro.
Los intelectuales llaman a la calmaHoy también se ha conocido la existencia de una carta firmada por 130 intelectuales entre los que apareceren los nombres de personas como Noam Chomsky, en favor de la oposición. El escrito reclama"la libertad de la gente a manifestarse [...], acceder a la información, desarrollar, decidir y llevar a cabo cualquier medida" de protesta.
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