El rescate de los 33 mineros que desde hace más de un mes están atrapados a 700 metros de profundidad en el norte de Chile avanzaba hoy en dos frentes, mientras se alista un tercero, pero el Gobierno mantuvo el plazo de al menos tres meses previsto para completar la tarea.

"Desgraciadamente no podrán (los mineros) celebrar con nosotros el Bicentenario", dijo el presidente Sebastián Piñera, en alusión a los trabajos de rescate y a la próxima celebración del Bicentenario de la Independencia, el 18 de septiembre.

A las 01.23 GMT de este lunes una máquina "Schramm T-130" se unió a los esfuerzos destinados a rescatar a los mineros, de forma paralela al conducto que cava desde la semana pasada una perforadora "Strata 950", que ya alcanza los 70 metros de profundidad.

La tarea de la "T-130" no es la de abrir un nuevo conducto, sino ensanchar una de las sondas de comunicación con los mineros atrapados, con el objetivo de convertirla en una eventual vía de evacuación, recordó ante los periodistas el ministro de Minería, Laurence Golborne.

Los familiares de los mineros han manifestado grandes esperanzas de que la segunda máquina, que se dice es más rápida, pueda acortar el plazo previsto para el rescate, al punto que la llamaron "La Milagrosa", pero Golborne reiteró que los mineros saldrán a la superficie no antes de diciembre y, en el mejor de los casos, en la segunda mitad de noviembre.

"Hemos golpeado todas las puertas, hemos buscado todas las tecnologías, hemos pedido ayuda a países vecinos, hemos puesto la mejor maquinaria y los mejores expertos para rescatar con vida a nuestros mineros, pero, desgraciadamente no podrán celebrar con nosotros el Bicentenario", dijo Piñera.

Las declaraciones las hizo el mandatario al visitar unas obras viales en Santiago, cuyos trabajadores le entregaron una bandera formada por ellos, para que sea entregada a los mineros, lo que aseguró el mandatario, hará personalmente.

"Voy a llevar esta bandera que mandan los trabajadores chilenos, que ustedes representan, a los 33 mineros que están atrapados en las profundidades de la montaña", anunció.

No obstante, en la mina, Golborne dijo a Efe que no está en la agenda de Piñera, al menos en el corto plazo, un nuevo desplazamiento hasta la mina, donde el mandatario ha estado varias veces.

En tanto, los responsables de rescatar a los mineros trabajaban hoy de forma acelerada en la preparación del terreno para montar la "Rig 442", una máquina que se usa en exploraciones petroleras, con la que se abrirá una tercera vía de evacuación para los mineros.

La máquina, que será trasladada a la mina desde el puerto de Iquique, puede avanzar hasta 40 metros diarios, según los expertos.

Por su tamaño, se necesitan 42 camiones para transportarla y para asentarla se requiere habilitar una plataforma del tamaño de una cancha de fútbol.

También los encargados del rescate dieron a conocer las "jaulas" en las que serán sacados a la superficie los 33 mineros.

Las jaulas tienen un diámetro de entre 55 y 60 centímetros, que varía según el conducto que se utilice; estarán provistas de oxígeno, agua y alimentación, luz artificial y teléfono, calculándose entre 20 y 30 minutos el tiempo de evacuación de cada minero.

Golborne, por otra parte, admitió que el costo del rescate ascenderá a "varios millones de dólares", aunque no precisó una cifra exacta.

"La operación va a costar varios millones de dólares, pues se trata de algo sin precedentes", dijo Golborne, que añadió que el monto exacto lo conoce el presidente chileno y él decidirá si en algún momento lo hace público.

Por otra parte, fuentes oficiales confirmaron hoy a Efe que los 33 atrapados agradecieron a la española Abengoa, la firma encargada de mandar las llamadas "palomitas" con el alimento y mensajes al interior de la veta.

Los mineros enviaron una nota a Abengoa y también a otras 19 empresas que han colaborado en el proceso de rescate, precisó precisó Rodrigo Mir, encargado de prensa de la Secretaría General de Gobierno.

Los familiares, en tanto, se quejaron hoy de que se han agotado las vituallas en el campamento Esperanza, que en su mayoría han provenido hasta ahora de donaciones de empresas, sindicatos y otras instituciones.