La Reserva Federal cataliza los mensajes de calma y permite una subida del 1,69 por ciento en Madrid

La decisión de la Reserva Federal -banco central estadounidense- de bajar los tipos de interés del 4,25 al 3,5 por ciento actuó como el catalizador de los mensajes de calma lanzados hoy por los políticos para frenar la crisis bursátil y permitió que el mercado nacional subiera el 1,69 por ciento.

Mientras las bolsas asistían a una nueva jornada de cuantiosas pérdidas -en Asia, Tokio perdió el 5,65 por ciento; Hong Kong, el 8,65 por ciento; Shanghai, el 7,2 por ciento, y Bombay, el 5 por ciento-, los políticos madrugaban con mensajes que invitaban a los ahorradores a mantener la serenidad.

El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, matizó que tanto la economía europea como la española llevan años preparándose para afrontar la desaceleración económica que podría llegar si Estados Unidos entrara en recesión.

Añadió que existen diferencias notables entre las economías de Europa y Estados Unidos, tanto en términos de estabilidad presupuestaria como de reformas estructurales, y cambió el sentido de su discurso de días pasados al reconocer que la situación de los mercados "preocupa a todos".

Mientras Solbes hacía estas declaraciones, la bolsa española, al igual que las europeas, comenzaba la sesión con pérdidas cercanas al cinco por ciento y descendía por debajo de 12.000 puntos.

Sobre esta hora, el candidato numero dos del PP por Madrid, Manuel Pizarro, interpretaba el lenguaje de las bolsas y comentaba que decían que "la fiesta se acabó y que ahora empieza la resaca", aunque advirtió de que no es conveniente ponerse nervioso y apostó por "dar un mensaje de tranquilidad".

Con la colaboración de los grandes bancos, la bolsa conseguía remontar las pérdidas una hora después de la apertura, y, aunque padecía cierta volatilidad -durante esta jornada se movió entre los niveles de 11.900 y 12.900-, daba alguna muestra de fortaleza.

Antes de la decisión de la Reserva Federal, que aconteció un poco antes de las 14.30 horas, y mientras el euro bajaba a 1,43 dólares y el petróleo Brent a 85 dólares por barril, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, refrendaba las palabras de Solbes al decir que la crisis de la bolsa no tendría un impacto "dramático" en el sistema productivo español.

Al mismo tiempo que Méndez reclamaba una mayor "transparencia" de los fondos especulativos, el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, tras indicar que la crisis actual requiere de medidas de transparencia financiera, pidió medidas de apoyo a la economía productiva española para que su evolución no esté "tan apoyada sobre lo especulativo y lo financiero".

Coincidiendo casi con la bajada del precio del dinero por parte de la Reserva Federal, lo que permitía la subida de la bolsa hasta 12.900 puntos, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguraba que existían "razones objetivas" para mantener la "tranquilidad" ante la fuerte caída de las bolsas.

Zapatero comentó que estos motivos eran especialmente aplicables en España, donde la economía se encuentra "mejor preparada que nunca" y va en "un barco seguro" porque España dispone de "todas las condiciones para afrontar las turbulencias o la incertidumbre" que pueda generar la situación económica mundial.

Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, Juan Ramón Quintás, ponía en manos de la Reserva Federal la solución a esta crisis, que calificó como el fenómeno económico más adverso de los últimos 30 años, cuyos efectos secundarios, no "los activos tóxicos", habían llegado a España.

Entre tanto, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, negaba que la economía española necesitara una "intervención inmediata" por la crisis, pero aseguró que si este problema persiste, la "saneada" situación de las cuentas españolas permitiría "considerar estímulos fiscales".

Por contra, el secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, criticó que Solbes no considerara "grave" la situación de los mercados y añadió que en menos de un mes la bolsa española ha perdido 100.000 euros de capitalización.

Al cierre, mientras Wall Street bajaba el 1 por ciento, la bolsa española acababa con una racha de nueve sesiones a la baja y recibía el apoyo del Ecofín, que descartaba adoptar medidas para afrontar la crisis.

Así, el principal índice del mercado nacional, el Ibex-35, avanzó 213,90 puntos, el 1,69 por ciento, la mayor subida en los cinco últimos meses, hasta 12.839,70 puntos.

En Europa, con el euro a 1,462 dólares, sólo bajó Fráncfort, el 0,31 por ciento, mientras que Londres avanzó el 2,9 por ciento; París, el 2,07 por ciento y Milán, el 1,18 por ciento.

En cuanto a los principales valores del mercado, sólo bajó Iberdrola, el 2,22 por ciento. Banco Santander avanzó el 4,59 por ciento; BBVA, el 2,42 por ciento; Repsol, el 2,37 por ciento y Telefónica, el 0,4 por ciento.