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El responsable del clima de la ONU dimitirá en julio

Reuters

El máximo responsable climático de la ONU dimitirá para unirse a un grupo consultor como asesor, según anunció el jueves el propio Yvo de Boer, dos meses después de que una cumbre en Copenhague no lograra un acuerdo sobre un pacto climático legalmente vinculante.

Su decisión no afectará previsiblemente a las conversaciones climáticas lideradas por la ONU que pretenden acordar un sucesor al Protocolo de Kioto, y que están estancadas sobre el reparto del coste de reducir las emisiones de carbono.

De Boer abandonará el cargo el 1 de julio para trabajar en KPMG, dijo la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) en un comunicado. De Boer había estado al frente de la agencia desde 2006, y se preveía que su contrato fuera ampliado en septiembre.

"Fue una decisión difícil de tomar, pero creo que es el momento adecuado para que asuma un nuevo reto, trabajar sobre el clima y la sostenibilidad en el sector privado y académico", declaró De Boer en el comunicado.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tomará la decisión final sobre su sustituto, dijo un portavoz de la ONU.

"Copenhague no nos aportó un acuerdo claro en términos legales, pero el compromiso político y el sentido de dirección hacia un mundo con emisiones bajas es abrumador. Esto supone un llamamiento para nuevas alianzas con el sector empresarial y yo tengo la oportunidad de hacer que se convierta en realidad", añadió.

Antes de la cumbre de diciembre en Dinamarca, De Boer había dicho que cualquier cosa que no fuera un acuerdo sobre límites de emisiones para países desarrollados particulares supondría un fracaso.

De Boer, nacido en 1954, fue un alto cargo medioambiental holandés que ha sido mucho más franco que anteriores responsables del secretariado, que tiene su sede en Bonn. A menudo había criticado a países desarrollados por lo que calificó de falta de ambición a la hora de fijar recortes en las emisiones de gases con efecto invernadero para 2020.

Pero también dijo a los países en desarrollo que no se hicieran demasiadas ilusiones. En el período previo a Copenhague, dijo a los países africanos y a las pequeñas islas-estados que sus llamamientos para profundos recortes por parte del mundo desarrollado representaban "una carga demasiado pesada".

En una reunión maratoniana de la ONU en Bali en 2007, De Boer abandonó la habitación llorando después de que un delegado chino criticara al secretariado por iniciar una reunión clave antes de que todos los delegados estuvieran presentes.

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