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El responsable de GM-España confía en la viabilidad de la planta de Figueruelas

EFE

El director general Comercial de General Motors (GM) España, Juan José Lillo, dijo a EFE que la planta de Figueruelas (Zaragoza) recuperará sus mejores niveles productivos, "aunque va a depender mucho de las medidas que tome este Gobierno para activar la demanda".

Lillo destacó que la fábrica española "es una de las más eficientes de Europa y, prueba de ello, es que se la han dado productos adicionales, como lo demuestra la confirmación del Meriva, precisamente por esa eficiencia".

Mantener la eficiencia de Figueruelas es un objetivo prioritario para la filial española de GM, pues Lillo señaló que sólo así se asegurará la producción de modelos en los próximos años.

El directivo de GM-España apostó personalmente por el mantenimiento de los registros productivos de los últimos años en España, pero, como apuntó con su marca, "sólo si se hacen las inversiones y el país gana en productividad".

Lillo admite que España tiene capacidad productiva para liderar la producción de los futuros coches eléctricos-híbridos, aunque "hay que tener en cuenta que las decisiones a este respecto no se toman aquí".

En este asunto, abogó por una directriz estratégica en el seno de la UE, pues Lillo entiende que el desarrollo de esta energía alternativa pasa obligatoriamente por la implicación de los estados con medidas fiscales, administrativas y económica en favor de estos vehículos.

Sobre la posible implicación de la fábrica aragonesa en este tipo de vehículos señaló: "tendrá que verse en función de la evolución de la demanda, pero en estos momentos no es la única alternativa, pues son decisiones que se tomarán unilateralmente con cada fabricante en función de su propia eficiencia y capacidad".

Juan José Lillo lamentó que el debate sobre las energías alternativas en el automóvil se haya canalizado sobre el coche eléctrico y se hayan olvidado alternativas como el metano o los gases licuados del petróleo (GLP).

"Son dos combustibles limpios y baratos -añadió Lillo- que en España están totalmente infradesarrollados y que en Alemania o Italia están fuertemente implantados en modelos que llegan a una cuota de hasta el 35% en sus segmentos".

El director general de GM-España se mostró en contra del sistema de ayudas a la financiación que ha arbitrado el Gobierno español y se decanta por actuaciones directas en la línea del extinto Plan Prever.

Lillo no oculta que la coyuntura por la que pasa el mercado sectorial reclama una ayuda directa "como mínimo de 1.500 euros", al tiempo que propugna que los ingresos fiscales, por el propio impulso de la demanda, compensan sobradamente el gasto administrativo de la ayuda.

Asimismo, defiende que estas ayudas directas pueden convivir perfectamente con las ya vigentes del Plan VIVE, pero matizó que sólo con esta herramienta no se conseguirá el objetivo de aumentar ventas.

Para el directivo de GM, el mercado automovilístico español tiene muy difícil análisis, debido a los efectos de la crisis y la ausencia de pistas sobre cuando va a remontar la coyuntura, por lo que indicó que "veo al 2009 como muy incierto y volátil".

Lillo opinó que está de acuerdo con la recomendación de Anfac de no acudir al Salón del Automóvil de Barcelona, porque "no es el momento de acudir a una feria".

Reconoció que para las marcas generalistas estos certámenes son onerosos, mientras no tengan un fuerte componente material, y añadió que es escéptico respecto a su subsistencia con su modelo actual.

La salida de la crisis, según Lillo, pasa por una readaptación de las estructuras del mercado y cambios en la comercialización por sistemas más directos. "Quizás será un sector más transparente y muy orientado a la demanda".

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