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Restos de ADN en un tensiómetro inculpan a Miguel

El asesino confeso de Marta del Castillo lo utilizó para asegurarse de que estaba muerta

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Una nueva prueba científica ha venido a reforzar la verosimilitud de la última versión sobre el asesinato de Marta del Castillo dada por el autor confeso del crimen, Miguel Carcaño: en el tensiómetro con que Miguel, según su declaración ante el juez el pasado 18 de marzo, habría comprobado la noche del crimen que Marta estaba muerta se han hallado restos de ADN del asesino y de la joven, según ha difundido hoy la web de El Mundo.

En esa versión, que rectificaba otras dos anteriores, Miguel sostuvo que él y el menor conocido como El Cuco habrían abusado sexualmente de Marta antes de matarla. Algunas fuentes creen que este relato de Carcaño 'encaja como un guante' con las pruebas halladas en el piso donde se cometió el crimen.

Sin embargo, en esa misma narración Miguel inculpó a El Cuco, del cual no se han hallado pruebas que lo incriminen, y también sostuvo que había arrojado el cuerpo de Marta a un contenedor de basura. La búsqueda del cadáver en el vertedero donde fue depositado el contenido de ese contenedor no dio resultado. La Policía sigue dando más crédito a la versión inicial de los inculpados de que arrojaron el cuerpo al Guadalquivir.

Por otra parte, el decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo, pidió graduar la pena por encubrimiento cuando el delito sea de especial gravedad, en alusión a la puesta en libertad de Javier Delgado, que habría encubierto a su hermano Miguel.

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